indignados están los vecinos del barrio grovense de Virxe das Mareas. Ante la amenaza de temporal, operarios municipales y del grupo de emergencias se desplazaron ayer a sus viviendas para tapiar puertas y ventanas. Porque en esta zona, cuando hay temporal, las casas quedan completamente cubiertas por las olas. «Esto es una vergüenza», explicaba ayer Joaquín Solla, cuya madre vive en uno de estos inmuebles. «Cambiamos de alcalde, pero seguimos con el mismo castigo», añade. Llevan años reclamando una solución que permita evitar que el mar llegue hasta sus casas. «Pero solo nos dan la solución más denigrante y barata. El barrio parece quioscos de playa», se queja. «Ahora tenemos que tener la luz encendida todo el día y con lo que subió..», añade su madre, que ayer se mostraba temerosa por lo que pudiera suceder durante la noche.