El estudio recoge, por otro lado, que el 54,33 % de las víctimas son hombres, con edades comprendidas entre los 26 y los 50 años y denuncian haber sufrido intromisiones no autorizadas en sus ordenadores
26 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.A lo largo del pasado año, la Policía Nacional y la Guardia Civil investigaron un total de 1.459 denuncias vinculadas con la cibercriminalidad, según refleja el Ministerio del Interior en su Estudio sobre la criminalidad en España.
En este marco, los delitos más habituales siguen siendo los relativos al fraude informático - en su conjunto suman dos terceras partes del total de denuncias-, seguidos de las amenazas y coacciones, así como la falsificación informática. Esto varía en el caso de los menores pontevedreses, ya que «son más vulnerables a otro tipo de hechos delictivos, en concreto a las amenazas y coacciones y los delitos sexuales».
El estudio recoge, por otro lado, que el 54,33 % de las víctimas son hombres, con edades comprendidas entre los 26 y los 50 años y denuncian haber sufrido intromisiones no autorizadas en sus ordenadores, fraudes y amenazas. En este sentido, los datos aportados por Interior ponen de manifiesto que las mujeres, por su parte, «exceden en porcentaje a las víctimas de sexo masculino cuando se trata de hechos relacionados con el acceso e interceptación ilícita, los delitos sexuales y contra el honor».
En el caso de ser detenidas, las personas de sexo masculino lo son principalmente como autores de estafas, amenazas, por pornografía infantil, usurpación de estado civil o por descubrimiento y revelación de secretos. Se trata de conductas delictivas que, con la excepción de la pornografía infantil, también «predominan entre las razones para actuar contra los responsables de sexo femenino», recoge el informe.
En Pontevedra, por término medio, ocho de cada diez arrestados tienen pasaporte español. Por su parte, a nivel nacional, los investigados extranjera proceden de Rumanía, Nigeria, Marruecos, Ecuador, y Colombia.
Por edades, el colectivo de 26 a 40 años es el más numeroso en cuanto a detenciones y suelen ser responsables de fraudes informáticos, coacciones y delitos sexuales. Es un patrón que, curiosamente, no se repite entre los investigados del sexo opuesto, «puesto que después del fraude informático y las amenazas, se sitúa el delito de falsificación.