Los vecinos de A Illa cumplieron con la tradición y sacaron sus mejores galas para celebrar el día de su patrono
08 ene 2018 . Actualizado a las 22:50 h.Cae justo el día después de Reyes, al final de varias semanas de comilonas, reuniones familiares, saraos entre amigos, brindis y regalos. Coincide, en definitiva, en un día en el que el resto de la humanidad trata de curarse la resaca de la Navidad. Y, pese a todo ello, el San Xulián de A Illa es, para muchos vecinos de esta localidad «a mellor festa do ano», la que nadie se quiere perder. Vestidos de punta en blanco, hombres y mujeres de A Illa, sin distinción de edad, salieron el domingo a la calle para disfrutar de una jornada única en un ambiente extraordinario.
«Está moi chulo ver a todo o mundo vestido así», comentaba una joven camino de la fiesta. Ella, como todo su grupo de amigos, había escogido su ropa con esmero. «Coidase máis o modelo do día do patrón que o de fin de ano», aseguran. Y es que la tradición lo manda: el día de San Xulián, todos los locales de A Illa exigen etiqueta. Hay, claro, quien se salta la norma. Como Genito, que tras toda una vida trabajando con corbata, se niega en redondo a ponerse de nuevo un nudo al cuello.
Pero la mayor parte del pueblo cumple el mandato de una tradición tan sabia, que se ha sabido adaptar a los tiempos. Porque, hasta hace unos años, el día del patrón era un día de hombres: solo ellos salían a vivir la fiesta. Pero una generación de muchachas acabó con aquella tiranía. «Chegaron as modernas», comentaba una rapaza que, por edad, debió de formar parte de aquellos primeros grupos de devotas de San Xulián. Pronto se sumaron mujeres de todas las edades. Y así llegamos a la fiesta de ayer, una celebración en la que caben todos los isleños, e incluso los que «son de fóra».
Mucho mejor que la noche de fin de año
Carla espera a sus amigas para sumarse, por fin, a la fiesta. «Hay quien compara este día con fin de año, pero de eso nada; esto es mucho mejor». «Todo el mundo, de todas las edades, con sus trajes, pasándoselo bien... Y además el día del patrón siempre hace sol. Yo sin mis gafas nunca salgo», relata esta joven isleña.
Un isleño que vino de Ghana y se quedó
Jorge es de Ghana y lleva cinco años en A Illa, trabajando en las bateas. Aquí se siente cómodo. «Hai xente boa», dice, impecablemente vestido con un traje azul marino al que no le falta ni el chaleco. «Hoxe é un día bo, con todo o mundo vestido así, disfrutando sen problemas, con educación».