El arzobispo de Tánger: «Europa tiene con los emigrantes una actitud como la alemana con los campos nazis»
AROUSA
Santiago Agrelo asegura que le escandaliza que «la sociedad se mueva por el pregón del carnaval de Santiago y no por la muerte de cientos de emigrantes»
05 abr 2018 . Actualizado a las 11:13 h.Sus palabras son duras. Mucho. Quizás porque desde hace un tiempo se ha marcado como objetivo despertar conciencias. Ayudar a la sociedad a ver cómo día a día decenas de personas pierden la vida tratando de llegar a nuestras costas. «Son víctimas de la vida y del lugar donde nacieron. Solo por eso les ha tocado sufrir un calvario continuo», explica Santiago Agrelo. Natural de Rianxo lleva diez años de arzobispo de Tánger y eso le ha marcado. «Yo sé que puedo ser un exagerado en estas cosas, pero me toca muy de cerca porque son mi familia», añade. Así que no duda en criticar a la sociedad y a los gobiernos europeos. En el tema de la inmigración, la sociedad actual «está tomando una actitud similar al pueblo alemán con los campos de exterminio».
«Yo soy de la idea de que el problema de la inmigración estría resuelto si la sociedad lo viese», relata el arzobispo de Tánger. Si a la puerta de casa «te aparece una persona muerta de frío, como pasa en Tánger», relata. Con esa tarea, la de abrirle los ojos a la gente, llegó ayer a O Grove para dar una charla. No se puede hacer como los alemanes en su época, añade, «excusarnos en que no sabemos, aunque todo haga pensar que la sociedad es indiferente». «Me escandaliza que la sociedad se mueva por el pregón del carnaval de Santiago y no por la muerte de cientos de emigrantes», añade. Y apunta a que es necesario «un cambio». No solo por los inmigrantes y el calvario que sufren, sino también por nuestro bien. «Necesitamos una sociedad humana, en la que nos sintamos responsables de los otros», asegura. Otra cosa sería «un suicidio», añade.
Despertar conciencias
Agrelo ve su labor en Tánger como «un trabajo». Pero, también, reconoce «que te preocupas y pierdes el sueño porque sabes que están ahí fuera y que viene una borrasca». Lleva años «dando guerra», como él mismo dice. Argumenta que sabe que sus palabras son duras, pero quiere despertar conciencias. «Gracias a Dios se está abriendo una brecha y hay mucha gente implicada». Conseguir que sea mucha más es su objetivo.