El hijo de Mario Jardel abandona el Céltiga despedido

Pablo Penedo Vázquez
Pablo Penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Mario Jardel Jr; en la fila de arriba, cuarto empezando por la derecha
Mario Jardel Jr; en la fila de arriba, cuarto empezando por la derecha MARTINA MISER

El jugador, que no ha llegado a debutar en Liga, es hijo del mítico delantero brasileño

25 sep 2018 . Actualizado a las 17:25 h.

A los años que hoy tiene Mario Jardel Almeida (Porto, 1996) su padre iniciaba una temporada gloriosa en el Gremio de Porto Alegre, que acabaría con 67 goles, la Copa Libertadores y las puertas del Porto abiertas para él. Visto lo visto, y aunque el mundo del fútbol puede dar muchas vueltas, semeja difícil que el hijo de quien fue Bota de Oro en las temporadas 1998/99, con el Porto, y 2001/02, con el Sporting de Lisboa, pueda llegar a acercarse a los números y el palmarés de su progenitor. Ayer, a primera hora de la noche, la directiva del Céltiga, el equipo de Tercera de A Illa que le había dado su primera oportunidad en el balompié español procedente del equivalente a la Tercera lusa, decidía despedir al punta junto al también delantero portugués Canhoto. En ambos casos, después de no haber acudido a dos entrenamientos consecutivos la semana pasada. Una incomparecencia sin explicaciones calificada por el entrenador del Céltiga, el ourensano Manolo Núñez, de falta grave, que castigó en la noche del último jueves apartando a ambos futbolistas de la disciplina del equipo en tanto la cúpula del club no decidiese su respuesta al respecto.

Se da la circunstancia de que mientras Canhoto, procedente de un Cultural Areas en el que había militado las dos campañas precedentes, se había convertido en una pieza clave del ataque de Núñez en funciones de mediapunta o interior; Mario Jardel deja el equipo de A Illa y, al menos de momento, el fútbol español, sin haber jugado un solo minuto de Liga. El futbolista seguía recuperándose de una distensión en el ligamento externo de su rodilla derecha sufrida en el partido de preparación del 5 de agosto frente al Unión Grove.

Núñez aguardaba la recuperación de Jardel como agua de mayo. Por la precariedad de un plantel que el domingo se medía a la U.D. Ourense con solo doce efectivos disponibles, y porque el técnico veía en el luso «un xogador con gol», que con sus 193 centímetros «manexa moi ben o balón».