Absuelto tras chocar, refugiarse en un club de alterne y dar positivo

Alfredo López Penide
l. penide PONTEVEDRA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

El tribunal cree posible que el hombre ingiriese el alcohol en el establecimiento al que fue a parar

25 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En la noche del 22 al 23 de enero del 2016, un pontevedrés al volante de un Skoda Fabia sufrió una salida de vía con su vehículo mientras circulaba por la carretera VG-4.3. Un segundo conductor, que no llegó a ser identificado, presumiblemente, aseguró a los agentes de la Guardia Civil que, instantes antes del accidente, «el coche siniestrado venía haciendo eses y colisionó contra la barrera de seguridad» que separaba ambos carriles de circulación, mientras que un tercero decidió seguir al acusado hasta un club de alterne de la carretera PO-459 e informó de ello.

De este modo, pasada la una de la madrugada, los agentes localizaron al individuo en el interior de este establecimiento y le requirieron para que se sometiera a la prueba de alcoholemia. Arrojó un resultado positivo de 0,77 miligramos de alcohol por litro espirado en la primera prueba, y de 0,81 en la segunda, cuando el límite legal es de 0,25.

La Fiscalía de Pontevedra lo sentó en el banquillo de los acusados en un juicio como autor de un supuesto delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas. Sin embargo, los tribunales optaron por la absolución, sin que de nada valiera que el ministerio público instase la nulidad de esta sentencia y que se retrotrajesen las actuaciones para que se dictara nuevo fallo.

Y es que la Audiencia de Pontevedra considera plausible que en el tiempo en el que el acusado permaneció en el club de alterne -unos treinta minutos, aproximadamente- pudo haber consumido alguna bebida alcohólica. En este sentido, se reconoce que cabe tanto esta posibilidad como la de que hubiera ingerido las bebidas antes de sufrir el accidente. A este respecto, el encausado aseguró que únicamente había tomado una copa de albariño en torno a las nueve y media de la noche. Con respecto a la forma en que se produjo el accidente, la Guardia Civil descartó que el mismo tuviera su origen en el estado de los neumáticos del coche o la lluvia, «dado que no hay huellas de frenada, ni maniobra evasiva». La conclusión a la que se llega es que «la inferencia es demasiado abierta y que cabe la posibilidad de producción del siniestro por otras causas y no necesariamente la conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas».