Una vilagarciana, pieza clave en la red de venta ilegal de fármacos sin receta
AROUSA
Un vecino de Marín adquiría medicamentos y drogas en la Internet Profunda
22 jun 2021 . Actualizado a las 23:15 h.Con el nombre de operación Fleming-Botica ha sido bautizada la operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil que se ha desarrollado en las localidades de Marín, Vilagarcía de Arousa, Lorca y Córdoba permitiendo desarticular «una organización dedicada a la venta ilícita de fármacos falsificando para ello las recetas». En principio, a los cuatro sospechosos detenidos se les acusa de falsedad documental.
Esta investigación tuvo su origen en una denuncia anónima tramitada a través de la web de la Policía Nacional en la que una persona relató cómo fue abordada por una mujer que le ofreció la posibilidad de obtener todo tipo de medicamentos de forma ilegal. En el curso de esta conversación, esta última se habría comportado como lo podría haber hecho la «comercial» de cualquier empresa, hasta el punto de que llegó a facilitarle una tarjeta con su teléfono de contacto por si en el futuro tuviera interés. Ya entonces, le indicó que el precio de los medicamentos oscilaba entre los 50 y los 180 euros.
Casi coincidiendo en el tiempo, los agentes del puesto de la Guardia Civil de Baiona-Nigrán recogían una segunda denuncia relatando unos hechos similares. En este caso, el denunciante declaró haber comprado medicamentos a través de la misma página web, si bien no llegó a recibirlos en ningún momento.
Las primeras pesquisas condujeron a los agentes a la página web donde la sospechosa, vecina de Vilagarcía de Arousa, ofrecía los fármacos de forma ilegal a través de un foro que compartía con sus potenciales clientes. De este modo, y según añadieron, «vendía todo tipo de medicamentos sin prescripción médica».
Esta circunstancia determinó que se realizase la pertinente comprobación ante la Agencia Española del Medicamento, lo que permitió concluir que todos los fármacos que esta mujer ofrecía a la venta a través de su web están sujetos a prescripción médica y algunos de ellos, incluso, están considerados como sustancias estupefacientes sujetos a la fiscalización internacional.
Rol de cada arrestado
Posteriormente, los agentes establecieron el modus operandi, de la organización, así como las diferentes maneras que empleaban para hacer acopio de medicamentos para venderlos a terceros. Esto habría posibilitado establecer que cada uno de los sospechosos tenía un rol diferenciado del resto a la hora de hacerse con los fármacos y distribuirlos. Así, en el caso de la vilagarciana era quien supuestamente mantenía el contacto con potenciales clientes y gestionaba el foro donde se formalizarían las transacciones, mientras que en el caso del arrestado en la población murciana de Lorca se le achaca «la manipulación digital de recetas expedidas a [su] nombre (...) aprovechando un tratamiento médico que estaba siguiendo», de tal modo que «modificaba fechas, nombres de facultativos, omitía fechas y cambiaba continuamente de farmacia para llevar a cabo la adquisición de los medicamentos».
Un papel similar, aunque, al parecer, con un menor grado de sofisticación, tenía el arrestado en Córdoba, mientras que un tercer colaborador, en este caso, residente en Marín, era quien «supuestamente adquiría a través de la Deep Web o Internet Profunda los medicamentos y otras sustancias estupefacientes para que la mujer posteriormente los comercializara», reseñaron desde la Policía Nacional.
Una vez establecido que contaban con un perfecto reparto de tareas, se procedió a su detención y se solicitaron a la autoridad judicial los correspondientes mandamientos de entrada y registro en los cuatro domicilios vinculados con los sospechosos en sus localidades de residencia. De este modo, los agentes se incautaron de gran cantidad de medicamentos de todo tipo -se calcula que el valor aproximado de venta en el mercado ilícito de dichos fármacos supera los sesenta mil euros-; sustancias estupefacientes, como hachís y marihuana; treinta mil euros en efectivo; y varios equipos informáticos.
Los cuatro detenidos deberán comparecer periódicamente en el juzgado
La operación Fleming-Botica ha significado un nuevo éxito de la colaboración policiales a la hora de combatir las redes que operan en la provincia de Pontevedra y que extienden sus tentáculos por otros puntos del Estado. En este caso concreto, la investigación y los posteriores arrestos y registros domiciliarios movilizaron a hasta cinco unidades de la Policía Nacional y la Guardia Civil. De este modo, desde la Comisaría y la Comandancia de Pontevedra reseñaron que tomaron parte activa agentes de la Policía Nacional de Vilagarcía de Arousa, así como sus homólogos de las comisarías de Córdoba y de Lorca, y del puesto principal de Bayona-Nigrán de la Guardia Civil.
De igual modo, en los registros también intervinieron integrantes del servicio Cinológico de la Guardia Civil de Pontevedra, los cuales emplearon perros especializados en la detección de sustancias estupefacientes.
Disposición judicial
Tras los arrestos y la posterior confección de las diligencias policiales, los cuatro sospechosos fueron puestos a disposición judicial. Según trascendió este lunes, el titular del Juzgado de Instrucción decretó su puesta en libertad con cargos, eso si con la medida cautelar de presentarse los día 1 y 15 de cada mes en dependencias judiciales. Además, deberán comparecer en el juzgado cuando así se les requiera en el marco del procedimiento abierto a raíz de esta investigación policial.