Un Albariño que solo sabe a música

Bea Costa
bea costa CAMBADOS / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

Las bodegas lamentan la pérdida del escaparate que les ofrece A Calzada. Habrá un dispositivo especial para controlar los excesos horarios y botellones

28 jul 2021 . Actualizado a las 10:25 h.

Este mediodía debería haber pregón y corte de cinta en Cambados, pero la pandemia ha vuelto a aguar la Festa do Albariño. No habrá vino en el paseo de A Calzada ni verbenas ni botellones y tampoco habrá atracciones, fuegos artificiales ni otros reclamos de la fiesta. Lo único que notarán los cambadeses de excepcional esta semana es que habrá más gente por la calle y que la música sonará en la plaza de Fefiñáns.

El programa de la fiesta se limita a cinco conciertos que arrancan hoy con Xabier Díaz e as Adufeiras de Salitre y se completarán hasta el domingo con Ángel Stanich, Ptazeta, Novedades Carmiña y Os Resentidos, por este orden. El aforo está limitado a quinientas personas y para asistir es necesaria reserva previa, que se puede retirar hasta media hora antes en el pazo de Torrado en horario de 11.30 a 13.30 y de 18 a 21 horas.

El otro gran clásico del Albariño, la degustación en las casetas del paseo de A Calzada, queda pendiente para el 2022, dejando a las bodegas sin uno de sus grandes escaparates. La decisión del Consello Regulador Rías Baixas de prescindir de las casetas y del Túnel do Viño ha sido bien recibida en el sector, donde alegan que lo prioritario es salvaguardar la seguridad de las personas por encima de otros intereses. A Calzada ofrece una gran oportunidad para vender los blancos de la denominación de origen y, sobre todo, de promoción e imagen, pero las bodegas asumen la actual situación con resignación. «Es una lástima porque te pone en la agenda», señala Elogio Pomares de Zárate, en cuyo caso -como en el de otras empresas consultadas- el varapalo económico queda atenuado por el buen nivel de ventas que se está registrando este año. Según los datos del consello regulador, Rías Baixas había vendido hasta junio un 1,6 % más que en la misma fecha del 2019, y un 27 % más que en 2020.

Paco & Lola, cuyos lunares nunca faltan bajo la sombra de A Calzada, también va a echar de menos esta cita en la medida en que le sirve para darse a conocer entre público llegado de todas partes de España y del extranjero, pero da por bueno el sacrificio dada la actuación situación sanitaria.

Tampoco faltan bodegueros que prefieren ver el vaso medio lleno. «É unha oportunidade para repensar a festa e escoitar aos profesionais de cara a conseguir unha festa máis profesional, que busque a calidade e a excelencia, para pensar unha festa do século XXI» , señala Roque Durán, consejero delegado de Adegas Terra de Asorei. Insiste en la necesidad de «coidar» el buque insignia de la promoción de los rías baixas y propone ponerse manos a la obra para organizar ya la cita del 2022, que será especial por coincidir con el 70 aniversario de la fiesta.

En este contexto, el empresario cambadés considera que también sería apropiado plantearse la posibilidad de celebrar en Navidades las jornadas de los espumosos Rías Baixas, siempre y cuando la evolución de la pandemia lo permita.

Controles para evitar excesos horarios y botellón

En el Albariño 2021 no habrá multitudes ni aglomeraciones, o no debería haberlas teniendo en cuenta que Cambados está en el nivel máximo de restricciones. A la una de la mañana debe cerrar la hostelería y no se permiten reuniones de más de seis personas no convivientes, lo cual obligar a vaciar las calles mucho antes de lo habitual durante estas fechas.

De vigilar porque se cumplan estas y otras normas de seguridad velarán la Guardia Civil, la policía local y protección civil, que, aunque sin el despliegue de años anteriores, ha organizado un dispositivo especial de miércoles a domingo. Este dispositivo incluye guardias las 24 horas del día y controles en lugares estratégicos como son Fefiñáns, el parque de las palmeras o As Goritas, donde suelen reunirse los más jóvenes para hacer botellón.

Este Albariño, y van dos ediciones, habrá que dejar la copa en casa y conformarse con tomar un vino en uno de los muchos bares y cafeterías que hay en el pueblo. Será una fiesta con poca fiesta.