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Bateeiros acorralan a la conselleira de Mar por el «secuestro» de la mejilla

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Una airada protesta obligó a Quintana y Ethel Vázquez a refugiarse en el Intecmar

05 feb 2022 . Actualizado a las 07:59 h.

Semana tras semana, el conflicto de la mejilla ha ido ganando intensidad. Ha crecido en silencio, hasta estallar ayer a las puertas del Intecmar, en Vilaxoán. Hasta el edificio se habían trasladado las conselleiras de Mar y de Infraestruturas para exponerle al sector marisquero y mejillonero las próximas actuaciones que se van a acometer para sanear la ría. Cientos de bateeiros se personaron a las puertas del centro para denunciar, a gritos y con pancartas, el «secuestro» de la mejilla. Su presencia, para qué negarlo, no sentó bien a la responsable de Mar. «Non é agradable atoparse unha manifestación», reconocía Rosa Quintana. Pero «todo o mundo ten dereito a amosar o seu malestar», dijo en su comparecencia ante los medios. Poco después de pronunciar esas palabras, las dos conselleiras se vieron rodeadas por una multitud enfadada y enojada, aunque la ira, los insultos y los gritos tenían una clara destinataria.

Había dicho Rosa Quintana que su departamento siempre ha estado abierto al diálogo con el sector. Ayer, antes de todo el barullo que se montó en Vilaxoán, volvió a repetir ese mensaje de diálogo y mano tendida. En la entrada, dirigentes del sector mejillonero aclararon que no les vale dialogar a cualquier precio. No están dispuestos, dicen, «a negociar cunha pistola apuntándonos ao peito». Y es que así es como se sienten tras el cambio en las normas de recogida de mejilla. «Nas bateas non se colgan pandullos, cólgase mexillóns», gritaban a las puertas del Intecmar.

La conselleira, que el jueves por la tarde había mantenido una reunión con varios representantes del sector, aseguraba ayer que su departamento tiene que velar por una «explotación sostible dos recursos» y que han sido los técnicos quienes han recomendado introducir cambios en la forma de hacer las cosas. Aún así, y visto el malestar creciente entre los mejilloneros, Rosa Quintana indicó que se había comprometido a «revisar os mapas» y evaluar si se pueden mover o no las líneas que marcan las zonas prohibidas para la extracción de mejilla. «Xa se lle ten informado de que esta é unha decisión provisional e que hai vontade de sentarse a revisar as zonas vedadas».

Expulsados de sus propias zonas

En la reunión del jueves, por otra parte, los mejilloneros le trasladaron los problemas y encontronazos que están teniendo con las cofradías en puntos como la Costa da Vela, Baiona, A Guarda y Corme, donde están siendo expulsados incluso de las zonas en las que están autorizados a trabajar. En ese sentido, explicó Quintana, de forma inmediata «se lle enviou unha circular ás confrarías para recordarlles as normas», y ayer mismo tenía previsto la titular de Mar una reunión con los responsables del Servizo de Gardacostas de Galicia para ordenarles que presten una atención especial a ese tema.

Pero nada de eso impidió la celada en la que ayer cayó la conselleira: su coche oficial fue bloqueado en la parte de atrás del edificio y, mientras ella esperaba delante, decenas de personas la rodearon a ella y al cordón policial que se había formado, obligándola a refugiarse de nuevo en el interior del Intecmar, mientras fuera se calmaban los ánimos y se limpiaba el coche, contra el que habían lanzado lo que parecía pan rallado. Las federaciones de cofradías mostraron ayer su apoyo a la conselleira.