Cuenta atrás de diez meses para que los vigilantes de Bamio puedan ser subrogados

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

La plantilla perderá sus derechos si el ISM no ha resuelto el contrato con una nueva concesionaria en marzo del año que viene

16 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay demasiadas novedades acerca de la dura situación en la que se hallan los vigilantes que prestaban sus servicios en el centro nacional de formación que el Instituto Social de la Marina gestiona en Bamio (Vilagarcía de Arousa). Más allá de que la semana pasada se celebrase en Pontevedra la vista judicial por su caso, la actualidad pasa por la respuesta que la dirección del ISM ha dado al diputado en el Congreso de Unidas Podemos-Galicia en Común, Antón Gómez Reino, quien se interesó por las gestiones que rodean este penoso conflicto, que mantiene a la plantilla sin cobrar sus salarios desde diciembre.

Uno de los detalles que la contestación esclarece es el momento en el que el órgano dependiente del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones canceló su relación con la empresa Mersant, la concesionaria del servicio de vigilancia en Bamio. Fue, concretamente, el 31 de marzo del 2022. La fecha es importante, porque marca una particular cuenta atrás. Los trabajadores tienen derecho a que sus contratos sean subrogados por la compañía que se haga cargo de esta labor tras la apertura de un nuevo concurso público. Pero esa garantía expira al cabo de un año. Es decir, si el ISM no ha resuelto este proceso antes del 31 de marzo del año que viene, la plantilla perderá ese derecho.

Quedan, por lo tanto, diez meses por delante. La respuesta de la Administración está datada el 25 de mayo. Como quiera que Gómez Reino quería conocer las previsiones del ministerio para la apertura del nuevo concurso, el ISM indica que «se está preparando la convocatoria de una nueva licitación, con las correspondientes referencias al convenio colectivo del sector».

El personal de conserjería

La excepción apunta al personal de conserjería que, si bien formaba parte del contrato liquidado con Mersant, sí se ha reincorporado con un nuevo contratista en calidad de subrogado, «al no poderse demorar su contratación para atender necesidades concretas» del centro de Bamio. Sin ellos, el funcionamiento de los cursos de formación era prácticamente inviable.

Por lo demás, el ISM confirma que, una vez acreditada la falta de retribución de los salarios a los vigilantes, procedió a retener varias facturas a nombre de Mersant, así como la garantía que esta constituyó al hacerse con el servicio. Dichas cantidades se destinarán al abono de las nóminas, siempre que así lo dispongan «los órganos administraciones o judiciales competentes». De ahí la importancia del juicio que se celebró días atrás. Varios trabajadores han presentado escritos ante el instituto público, comunicando el impago y las cifras que se les adeudan.