«Fragmentos de Apocalipse», la atrevida apuesta de Úrsula Teatro

r.e. CATOIRA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

Un año más, las tres noches de teatro vikingo han logrado un éxito de público

06 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La directora de Úrsula Teatro, Fátima Rey, advertía ya hace días que la obra que se iba a representar en las jornadas de teatro vikingo de Catoira iba a suponer una pequeña revolución. Y lo ha sido. A los pies de las Torres de Oeste, sobre las tablas en las que se han representado decenas de piezas, se ha afrontado este año un reto: convertir en una obra de teatro una novela de la complejidad de Fragmentos de Apocalipsis, de Torrente Ballester. La obra mezcla tiempos, personajes de épocas bien dispares, amores y batallas a espada. Siguiendo el relato de Torrente, los vikingos vuelven a Vilasanta da Estrela —el nombre con el que se rebautiza Santiago—, con sus técnicas de batalla bien refinadas y muy avanzadas tecnológicamente: una «máquina de matar pronto» que los libera en segundos de solados poco hábiles con la espada o aliados de poco fiar.

El hilo argumental de la obra, tal y como vaticinaba la directora de la pieza, resultaba un tanto complejo. Para seguirlo debía estar el público bien atento a la sinopsis inicial y a todos los escenarios que convivían sobre las tablas: el dormitorio en el que una mujer pasó en trance veinte días; la catedral por la que se paseaba el Mestre Mateo hablando con acento francés, el punto de encuentro de un grupo de anarquistas que sentían una profunda reverencia por el arzobispo, cuyo único defecto, decían, era «creer en deus»...

Todas las escenas, cosidas por la mano de Fátima Rey, iban componiendo una obra mosaico de la que se ofrecieron tres representaciones. La última, el jueves por la noche, se cerró con un homenaje a Manolón, el rey de los vikingos que falleció hace unos meses y cuyo papel en la obra fue respetado, con profunda reverencia, por sus compañeros de reparto.