Comienza el curso: el instituto Cabanillas recupera «in extremis» dos profesores

Bea Costa
bea costa VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

El centro cambadés y el Castro Alobre pierden docentes respecto al curso pasado

08 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Se acabaron las vacaciones. Hasta ahora, los estudiantes de secundaria gozaban de unos días más de asueto que los más pequeños de infantil y de primaria, pero desde este curso esta dinámica cambia y el primer día de clase será el mismo en los colegios que en los institutos. En estos últimos cursan estudios más de cinco mil personas en la comarca, distribuidos entre ESO, Bachillerato, FP y ciclos formativos, y las novedades no solo se ciñen al calendario escolar.

El curso 2022-2023 marcará un antes y un después, especialmente en Vilagarcía, donde entra en vigor una nueva organización de los itinerarios formativos. El instituto Fermín Bouza Brey se reconvierte en Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP), lo que supone que ciclos que antes se dispensaban en los demás institutos del municipio pasan al centro de Fontecarmoa. Esto obligó a realizar obras en el centro y a reformular el transporte escolar para dar servicio a los alumnos de la ESO y Bachillerato que ahora deben desplazarse al IES Cotarelo Valledor.

En el Bouza Brey cuentan con 600 alumnos lo que lo convierte en el segundo instituto con más matrícula de la ciudad. El ránking lo encabeza el Castro Alobre, con 830 alumnos, una cifra similar a la del año pasado frente a la pérdida de profesorado.

El recorte de docentes es un problema que afecta también al IES Ramón Cabanillas de Cambados, donde, finalmente, pierden solo una plaza respecto al pasado curso. Hasta ayer al mediodía el centro se quedaba sin tres profesores, pero «in extremis» llegó la noticia más esperada: la Consellería de Educación cubrirá dos de las tres vacantes anunciadas.

En otros institutos no hubo recorte de personal pero piden más medios. En el IES de Valga dicen que van muy justos, en el Monte da Vila de O Grove echan en falta más formadores en el ámbito científico y tecnológico y en el Francisco Asorey de Cambados reclaman, sobre todo, profesionales para la atención a los alumnos con necesidades especiales.

Con la excepción del IES Bouza Brey, que tendrá que retrasar las clases prácticas en el ciclo de Alimentación porque todavía no acabaron las obras en los talleres, y en el de Valga, que estrenan ciclo de Agroxardinería sin el almacén, el vivero y demás infraestructuras que precisan para este formación, en el resto de los institutos de la comarca las clases comienzan hoy con normalidad, sin obras en las aulas que entorpezcan la actividad lectiva.

Y hoy se recobra otra normalidad, la de la prepandemia. Algún directivo se queja de que la Consellería de Educación no le ha remitido una circular oficial respecto a los protocolos a seguir, pero, en todo caso, no hay dudas de que ya no hay obligatoriedad de llevar mascarilla ni de mantener las distancias de seguridad.

Por prevención, algunos institutos conservarán el gel hidroalcohólico para las manos y se mantendrá la ventilación en las aulas. Algunas de las reformas implantadas por la pandemia llegaron para quedarse, caso del Castro Alobre donde decidieron mantener las tres puertas de entrada por que resulta más operativo a la hora de evitar aglomeraciones.

El cambio del calendario escolar en secundaria no solo implica un adelanto del curso. Ya no hay exámenes de septiembre y las evaluaciones y la matrícula quedaron cerradas en el mes de julio, lo cual libera a los equipos directivos de carga de trabajo este mes. Pero los vísperas al inicio del curso se viven igualmente con gran frenesí para formar los grupos, confeccionar horarios y resolver contratiempos como el que se plantea en el IES Monte da Vila, donde las obras en la vía pública obligan a alterar la ruta del transporte escolar.

Hay otras ocupaciones más amables, como la organización de las jornadas de convivencia que organizan en el IES A Basella de Vilanova, que este año se extienden a todo su alumnado, o la preparación de los actos del cincuenta aniversario que festeja este curso el IES Ramón Cabanillas.