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El picudo aniquila en un año todas las palmeras del paseo de A Calzada, en Cambados

Serxio González Souto
serxio gonzález CAMBADOS / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

La última veintena de ejemplares acaba de ser talada por Portos de Galicia

07 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

En poco más de un año, la voracidad del escarabajo picudo ha acabado con la treintena de palmeras que crecían en el paseo de A Calzada, en Cambados, desde hace cinco décadas. Prácticamente la mitad de ellas, quince, las más afectadas por la plaga, cayeron bajo las motosierras en febrero del 2022. Ahora, Portos de Galicia, titular de los terrenos en los que se levantaba el palmeral, concluye el proceso con la tala de los 21 ejemplares que se salvaron de aquella primera purga, pero no han superado esta.

De poco han servido los cuidados que tanto la Administración autonómica como el Concello procuraron a las palmeras supervivientes de A Calzada. De acuerdo con el último informe técnico encargado por Portos, otras quince palmeras se habían infectado. El estudio reconoce que seis de ellas todavía no habían sido golpeadas por el picudo rojo, pero su conclusión en absoluto resultaba esperanzadora: «A súa afectación prevese próxima, vista a evolución do conxunto do arboredo».

Combatir al feroz insecto resulta caro y complejo. En su momento, las palmeras centenarias que jalonaban el acceso a la Casa Consistorial de Vilagarcía tuvieron que ser sacrificadas por el mismo motivo. Entonces, hace un par de años, los responsables municipales calculaban que el tratamiento que era necesario aplicar a cada ejemplar comportaba un coste de quinientos euros. Uno de los árboles, cuya salud estaba ya muy comprometida, fue cortado de inmediato. El otro aguantó unos meses, pero corrió la misma suerte.

Existe otro problema, directamente relacionado con el factor económico. Si el combate contra el picudo resulta caro para una institución pública, es fácil imaginar que pocos particulares pueden permitirse su dispensación, que además es necesario repetir cada cierto tiempo. Y cualquier ejemplar que esté siendo devorado en una finca privada es susceptible de continuar propagando la plaga. En resumidas cuentas, el picudo gana la partida.

Por todo ello, el ente autonómico recomendó la retirada de las palmeras que todavía permanecían en A Calzada. A petición del Concello, Portos de Galicia asume los trabajos de su tala y la recogida de sus troncos y tocones, como ya hizo en marzo del año pasado. Así lo indica la propia presidenta de la entidad portuaria, Susana Lenguas, que emplaza al gobierno local «a unha nova reunión, proximamente, para tratar a ferramenta xurídica que soporte as necesidades de cada Administración neste espazo, de titularidade autonómica pero uso puramente veciñal».

En su día, el alcalde, Samuel Lago, y el concejal de Urbanismo, Xurxo Charlín, pactaron con Portos que el Concello asumiría, a su vez, la sustitución de los ejemplares sacrificados por otra especie. Los técnicos se inclinan por las denominadas palmeras whasingtonia, por su resistencia frente al ataque del picudo.