Empiezan las alboradas de 10 kilómetros

Bea Costa
bea costa VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Os Carballeiras, ayer en la Festa do Tinto de Barrantes
Os Carballeiras, ayer en la Festa do Tinto de Barrantes Mónica Irago

Los grupos folklóricos vuelven a la calle con la llegada de las fiestas

03 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El estío astronómico llegará el día 21, pero en Galicia, independientemente de lo que luzca el sol y apriete el calor, el inicio del verano lo marcan las fiestas. Por estos lares arousanos ya sonaron las gaitas y las orquestas en el mes de mayo, pero es el Tinto de Barrantes inaugurado ayer el que supone el punto de inflexión en el calendario festeiro. Arranca así la temporada más fuerte de trabajo para los grupos folklóricos. El covid ya ha dejado de ser un problema y los grupos han recuperado su agenda habitual.

No todos llegan a los niveles de Os Carballeiras, que alcanzan una media de 75 actuaciones al año y hasta octubre tienen, prácticamente, todos los fines de semana ocupados. El pasado domingo estuvieron en la Festa do Labrego de Vilariño y ayer inauguraron la del Tinto de Barrantes.

Por allí pasarán también a lo largo de este fin de semana las agrupaciones de Xironsa y Volandeira que, ambas desde Cambados, llevan años alimentando la cantera y contribuyendo a enriquecer el panorama de la música tradicional. Lamentan desde Corvillón que no haya más implicación institucional a la hora de apoyar a las asociaciones que trabajan en este campo, pero, pese a todo, a su escuela siguen acudiendo a lo largo del año 60 alumnos para aprender gaita, pandereta, canto y baile. Este verano ya no cuentan con Antonio, que con 90 años seguía haciendo pasacalles con Xironsa. La salud flaquea a esas edades y corresponde a otros coger el testigo, en su mayor parte a chavales que descubrieron la música tradicional siendo niños y siguieron fieles a ella tras pasar el cribado de la complicada adolescencia.

El relevo generacional no corre peligro a corto plazo en estas asociaciones y, mientras haya fiestas, no faltarán sitios donde tocar y bailar una muiñeira. Os Carballeiras se atreven incluso con el Chiquitita de Abba a la hora de amenizar las sesiones vermú, y es que dos gaitas, un bombo y un tambor dan para mucho.

La herencia de Secundino Abal sigue viva. Ahora son Javier, Martín, Saborido y Seso los que se encargan de aumentar la leyenda de esta agrupación que va camino de cumplir el siglo de vida. No está claro cuando nació, pero hay constancia de que en los años treinta ya andaba tocando por San Martiño de Meis.

Opina Javier que no estaría mal recapitular fotos y documentación e ir pensando en preparar un libro con la historia de Os Carballeiras, pero con el verano a las puertas hay otras prioridades. Les quedan por delante muchas alboradas, y menos mal que no todas llegan a los 19 kilómetros que hicieron una vez en Ribadumia, aunque de una media de patear 10 kilómetros al día inflando el fol y dándole al bombo no los libra nadie.