La simulación de una ceremonia en el exterior de la capilla de A Toxa molesta a los fieles
AROUSA

Un vecino de la isla alertó indignado al párroco de O Grove, que pidió explicaciones a los organizadores del evento
30 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La celebración de lo que parecía una boda en el exterior de la Capilla de Conchas de A Toxa causó la pasada semana el enfado de algunos residentes en la isla y, al parecer, también del párroco grovense, encargado de oficiar las misas en el templo. Un vecino, creyente y fiel de la iglesia, vio cómo en los jardines de la capilla se instalaban una docena de sillas y llegaban algunas personas trajeadas «como si fuese una boda, vamos», apunta el hombre, que en ese momento optó por quedarse a fin de comprobar lo que allí ocurría.
A todas luces le pareció una ceremonia de matrimonio civil, algo que con el templo de fondo no lo consideró nada adecuado. Preguntó a los invitados e intentó ponerse en contacto con los responsables del Eurostars Gran Hotel La Toja, ya que eran los encargados del evento. «El dispositivo era el mismo que montan cuando se celebra una ceremonia religiosa», comenta enfadado el creyente meco, «y habían hecho un altar justo delante de la puerta», dice. Visto lo visto, no dudó en comentarlo con el cura de la parroquia de San Martiño, Don Antonio Varela, ya que aquello le pareció una ofensa en toda regla.
El sacerdote afirma que no le gustó lo que le contaron y que ha intentado ponerse en contacto con la dirección del establecimiento hotelero para aclararlo y asegurarse de que no se volverá a repetir: «A los fieles y a mí nos parece una provocación», dijo algo molesto con el asunto.
Aunque con la puerta cerrada del templo y en un terreno que es público aquello no debería causar mayores molestias, el párroco sostiene que «podrían haberlo hecho a unos metros de allí, incluso donde está la nueva estatua del burro». Antonio Varela confía en establecer un diálogo con los dueños del Eurostars Gran Hotel La Toja en los próximos días, porque la elección del sitio le parece inapropiada.
Si bien no ha habido hasta el momento quejas al arzobispado, no es descartable que se produzca alguna comunicación, porque de no llegar a entendimiento y darse más situaciones incómodas, entre los molestos por lo acontecido hay quienes piensan que actos como el de la semana pasada podrían llegar a complicar las celebraciones religiosas.
Por su parte, el departamento de eventos del hotel, que recibió las quejas en primera instancia del particular, testigo de la celebración, y más tarde del propio párroco, asegura que allí no se produjo ningún matrimonio civil, sino que fue un acto solicitado por unos clientes que ya estaban casados, «por lo que no hubo ninguna ceremonia, simplemente usaron ese espacio exterior para escenificar las intervenciones de algunos familiares para tener un recuerdo, ya que sus padres se habían casado en la capilla hacía décadas y querían que se viese de fondo», comentaron restándole importancia al asunto.
Desde el hotel han asegurado que al cliente le ofrecen para estos eventos los espacios disponibles en las instalaciones del establecimiento, los grandes salones o la terraza, pero en este caso la petición era muy concreta.
Con ello se abre un debate: ¿es realmente una provocación escenificar una hipotética boda delante de un templo? Fieles de la zona creen que no había necesidad de hacerlo, que se podría haber evitado la ofensa a los creyentes, ya que cualquiera paisaje de los que hay en la isla es buen escenario.