La policía busca a un individuo que se escabulló tras un tiroteo en unas fiestas de Vilagarcía

Lo que ocurrió en Castroagudín, una aldea perteneciente al entorno rural de Vilagarcía, poco después de que el lunes concluyese la verbena que ponía fin a las fiestas de San Roque, se mueve todavía en el pantanoso terreno de la confusión. No obstante, existe confirmación oficial de que el Cuerpo Nacional de Policía busca desde entonces a un individuo de mediana edad que empuñó una pistola y disparó al aire a raíz de una bronca en la que los enfrentamientos de tipo personal se mezclaron, probablemente, con algún negocio turbio.

Más allá de la hipótesis que a grandes rasgos maneja la policía, los testigos relatan una escena que acabó con los nervios de muchos de quienes la presenciaron. Aseguran que, una vez concluida la fiesta, dos individuos que habían llegado al pueblo a bordo de un automóvil descendieron del vehículo para dirigirse a una mujer que había asistido a la verbena, agarrarla, arrastrarla con ellos y propinarle una paliza.

 Encañonó a otra mujer

El episodio que siguió a esta primera agresión no fue menos violento. Cuando los vecinos que continuaban en el lugar todavía no se habían repuesto de lo que acababan de contemplar, otro hombre entró en escena. Era la pareja de la mujer que había sido golpeada y empuñaba una pistola. Exigió que alguien revelase quiénes la habían atacado y, al no conseguirlo, llegó a encañonar a otra mujer, de acuerdo con lo que cuentan los testigos.

Las amenazas debieron de surtir efecto, puesto que el individuo no tardó en localizar a los dos agresores. Fue entonces cuando abrió fuego, aunque sin apuntarles. «Tuvo que hacerlo para meterles el miedo en el cuerpo, porque, si hubiese querido pegarles a ellos un tiro, lo habría hecho», sostienen en Castroagudín. Con mayor o menor intención, los protagonistas de la gresca se esfumaron antes de que las fuerzas de seguridad, alertadas por una llamada, irrumpiesen en la aldea.

Cuatro días después de todo aquello, la Policía Nacional continúa buscando al autor de los disparos, que parece haber desaparecido de la capital arousana. Al margen de su reacción ante la paliza que sufrió su pareja, la investigación apunta la posibilidad de que en el origen del enfrentamiento se encuentre algún problema relacionado con el movimiento de sustancias ilegales. Por lo visto, algunos de quienes intervinieron en el violento episodio que arruinó el fin de fiesta en Castroagudín han pasado temporadas en la cárcel, donde se habrían conocido tras los barrotes.

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