Los socialistas se rebelan contra «o imposto á choiva» que ahoga a los concellos

AROUSA

Los alcaldes no descartan llevar al juzgado el nuevo canon a la depuración
03 nov 2023 . Actualizado a las 16:35 h.El PSOE se rebela contra el nuevo canon que Augas de Galicia cobra a los concellos por la gestión de las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) en virtud de la Lei do Ciclo da Auga. En O Salnés hay cuatro municipios afectados (Cambados, A Illa, Meaño y Ribadumia) y los alcaldes y concejales de estos ayuntamientos hicieron este viernes una puesta en escena junto al secretario xeral del PSdeG-PSOE en la provincia, David Regades, con el fin de plasmar su malestar contra el que han dado en llamar «imposto á choiva». Hablan de la lluvia porque son las aguas pluviales las que engordan el caudal que llega a las depuradoras —pocos concellos tienen completa la red para canalizarlas por separado del alcantarillado— y, con ello, los gastos, toda vez que la nueva normativa establece que estos excesos deben ser asumidos por los concellos.
En los ayuntamientos dicen que ni son responsables de que llueva ni de que las canalizaciones de pluviales sean insuficientes y advierten, además, de que no tienen capacidad económica para afrontar más gastos, de modo que han decidido plantarse y no pagar. El enfado es generalizado, pero hoy fueron los socialistas los que le pusieron voz. «A Xunta castíganos por algo do que non somos culpables nin temos capacidade de resolver», indicó el alcalde de Cambados, Samuel Lago. «Medo me dá cando chegue o próximo cuadrimestre deste imposto», ironizó el regidor de A Illa, Luis Arosa, a la vista de las lluvias del último mes.

Según los cálculos del PSOE, realizados a partir de la liquidación de los dos últimos cuatrimestres a los concellos, este «imposto á choiva» puede llegar a multiplicar por tres los gastos por la depuración de las aguas residuales. Los costes en la EDAR de Tragove (que utilizan Cambados y Vilanova) se elevarían al final de año un 83 %, pasando de 644.859 euros anuales a 1.178.225 euros; en la EDAR de Ribadumia aumentarían un 300 %, de 80.159 euros a 320.408 euros; en la de Dena (que utilizan Meaño y Sanxenxo), un 117 %, pasando de 286.804 a 624.280 euros; y la de A Illa pasaría de 59.097 a 116.874 euros.
A los concellos ya han llegado dos recibos de 2022 y 2023 y la mayoría no los han abonado. Tratan de evitarlo recurriendo por la vía administrativa y no descartan llegar a la vía judicial si no se busca algún tipo de solución porque, sostienen los socialistas, no quieren tener que subir los impuestos a los vecinos para afrontar este nuevo gasto. «A Xunta actúa con mala fe porque quere cobrar dúas veces pola taxa de depuración. Queren que os concellos exerzan de malos e lle cobren aos veciños obrigándonos a crear unha taxa municipal», se lamenta Samuel Lago.
Los concellos se niegan a pagar, pero está por ver cuánto tiempo podrán sostener esta situación porque en algunos casos la Xunta ha activado la vía ejecutiva. ¿Acabarán repercutiendo este canon en el recibo que pasan a los vecinos? Los dirigentes socialistas evitan poner el cascabel al gato, lo que sí anuncian es su compromiso de derogar este tributo si gobiernan la Xunta.
El nuevo canon estima una base impositiva en función de los habitantes conectados a cada depuradora e introduce, además, una penalización por el volumen de aguas pluviales que entra en las plantas de tratamiento. Unos criterios «inxustos e arbitrarios», indicó Lago, en la medida que hay plantas que son de uso supramunicipal y no se atiende a la realidad de cada municipio en lo que se refiere a la infraestructura de pluviales.
David Regades, por su parte, recordó que «no seu momento o Partido Popular creou o imposto ao sol en España e agora vén de inventar o imposto á choiva en Galicia, unha terra onde chove ben». Además le reprochó a los alcaldes y concejales populares su «silencio» y a la Xunta que no invierta en construir redes separativas «a pesar de que os fondos europeos FEDER 2014-2020 inclúen partidas finalistas para elo, de obrigado cumprimento».