Veinte familias arriman el hombro en Vilanova para sacar la Navidad a la calle
21 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Acostumbrados a medir el mérito del lucerío de Navidad por el tamaño y la cantidad, lo que ocurre en la calle Espíritu Santo de Vilanova es para tomar nota. Allí no se trata de batir ningún récord con el árbol más grande ni con los adornos más espectaculares. A este rincón de Vilamaior ha llegado la Navidad por todo lo alto con gestos pequeños, protagonizados por una veintena de familias que han logrado que sus hijos, sobrinos y nietos vivan por unos días en un lugar de cuento.
Hay renos apostados en la puerta, una chimenea que alumbra el asfalto, estrellas y duendes asomando por las ventanas, abetos, papá noeles, belenes, un sinfín de luces de colores cubriendo las fachadas y un ambiente que sabe a regaliz.
La culpable de todo ello es Cobi Martínez Santos, que ya el año pasado consiguió convencer a sus vecinos de que adornaran la calle y en 2023 volvió a hacerlo, superándose. No todos son tan manitas ni tan ingeniosos como ella, que tan pronto idea y construye un muñeco de nieve con neumáticos como arma un castillo con paquetes de regalo para tapar los ladrillos que deja una fachada a la vista.
Los Pablos, como se les conoce ya en el vecindario, también se han esmerado con la marquetería a la hora de construir un trineo y las casita de madera. Y para quienes no tienen tanta pericia o tiempo, «los chinos» resultan muy socorridos a la hora de proveerse de los típicos adornos navideños. En mayor o menor medida, todos han echado una mano y Cobi está feliz. Por ella y, sobre todo por los más pequeños del barrio. De hecho fue su sobrinita Lara la que la inspiró; ya que hace veinticinco años no pudo disfrutar de la Navidad con su hija como hubiera deseado, ahora no quiere perdérselo con su pequeña de cuatro años, y ha puesto toda la carne en el asador en el intento.
La Navidad en Espíritu Santo —el nombre no puede ser más indicado— se organiza a través de un grupo de WhatsApp y los viernes se han establecido como «días de decoración». «La unión hace la fuerza», apunta Cobi, y unión no falta en este refugio para la fantasía. En Navidad y en otros momentos del año, porque el barrio se ha convertido en una gran familia que aprovecha las noches de verano para cenar en compañía.