No obstante, el cuartel sigue abierto hasta que se construya el de Cambados
24 may 2024 . Actualizado a las 16:13 h.Del cierre del cuartel de la Guardia Civil de Vilagarcía se viene hablando desde hace años, pero no fue hasta el 24 de abril cuando se oficializó mediante un anuncio en el Boletín Oficial de la Guardia Civil sobre la supresión del puesto de Vilagarcía y la creación del puesto de Vilanova de la Comandancia de Pontevedra.
De ello dio cuenta este viernes el alcalde vilanovés, Gonzalo Durán, en una rueda de prensa que convocó para anunciar que lo que empezó siendo una oficina para recoger solo denuncias tiene ya carácter de puesto. Una noticia «de justicia», indicó, que implica un paso más en la reordenación de los efectivos de la Benemérita en la comarca a la espera de la entrada en funcionamiento del nuevo cuartel de Cambados, que actuará como sede central en O Salnés.
Hasta entonces tampoco se hará efectivo al cierre del cuartel de Vilagarcía porque allí permanecen las oficinas de la capitanía y la plana mayor, el servicio de intervención de armas, el Seprona y el servicio fiscal y de fronteras mientras no se trasladan a Cambados y, en el caso del servicio fiscal, a la Autoridad Portuaria de Vilagarcía.
Hasta entonces, el cuartel de la ciudad seguirá abierto para la atención al público en horario de mañana, mientras que la base operativa de la unidad de seguridad ciudadana se establece en Vilanova. Hace más de dos años que en Vilagarcía no recogen las denuncias de modo que los vecinos de la localidad deben dirigirse a los puestos de Cambados, Vilanova o Caldas o bien a la Comisaría de la Policía Nacional.
Explican desde la Subdelegación del Gobierno, que la supresión del cuartel de Marxión sirve para corregir una situación anómala, teniendo en cuenta que Vilagarcía no entra en la demarcación de la Guardia Civil, y permite dotar a Vilanova de un servicio que le corresponde por entidad de población.
De hecho, Vilanova tuvo cuartel propio hasta hace medio siglo y el Concello llevaba años reclamando que se restituyese con el fin de mejorar la atención a los ciudadanos. En febrero de 2022 por fin abrió sus puertas una especie de sucursal de la comandancia que permite a los vecinos de Vilanova y A Illa hacer las gestiones más cerca de casa. Empezó funcionando con catorce agentes que ahora, según las noticias de que dispone Gonzalo Durán, se elevan a diecinueve y en un local cuyo alquiler paga el Concello.
Precisamente en el pleno del lunes se someterá a votación una propuesta para renovar el contrato del alquiler, que le supone a las arcas locales un desembolso de 600 euros al mes. No es la única aportación municipal en favor del instituto armado. El alcalde anuncia la compra de un garaje para su parque móvil que se utilizará, también, para guardar los vehículos de la policía local, pero de esta cuestión dará más detalles en los próximos días, indicó.