Los cabezudos de Carril asumen un nuevo objetivo: la concienciación social
AROUSA
La Bígara, inspirada en una pequeña con síndrome de down, representa la integración de los niños con necesidades especiales
18 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Con más de doscientos años de historia, los cabezudos de Carril volvieron a salir a las calles ayer presentando a su nueva compañera, la Bígara. Acompañando a los ya tradicionales —el Rey y la Reina, el Enano de las Uvas, la Maruxa, el Papamoscas y la Negrita—, el Cura cierra la corte que se quiso representar desde el nacimiento de estas figuras.
En una presentación cargada de emoción y lágrimas, todos estos cobraron protagonismo en las calles del lugar con un objetivo novedoso en este 2024: hacer posible la integración de niños y niñas con necesidades especiales en la sociedad, y por ello la incorporación de la nueva cabezuda.
Guillermo Fernández fue el encargado de dirigir y dar inicio al evento que tuvo lugar en Carril. La mayor parte de sus palabras fueron de agradecimiento a las distintas empresas y comisiones de fiestas que hicieron posible la presencia de los cabezudos pero, en especial, a Juan Carlos Platis, el artista encargado de crear a la Bígara, inspirada en Aroa, una niña con síndrome de down presente durante el acto. Ambos posaron ante la nueva cabezuda.
Otra persona protagonista en el discurso de Fernández fue Manuel Bóveda, cuya familia hizo posible la persistencia de estas figuras a lo largo de los años: «Sin él no existirían los cabezudos», asegura Guillermo Fernández.
Dando paso entre lágrimas a la madre de la niña, Guillermo Fernández terminó de agradecer a todas las entidades y personas implicadas en que la tradición de los cabezudos sea posible año tras año. Luz Alonso, acompañada de su hija Aroa, empezaba su discurso recalcando la importancia de querer incluir a todos los niños con necesidades especiales con esta iniciativa: «Son personas que luchan día a día por aprender, mejorar e integrarse en la sociedad».
Finalmente, fue el alcalde de Vilagarcía quién pronunció unas palabras, agradeciendo la implicación de todos los creadores, empresas y entidades relacionadas con esta tradición. «A cultura popular é moi importante, e hoxe grazas ás dúas comisións, Carril vai ter setenta, oitenta ou cen anos máis de historia dos xigantes cabezudos», afirmaba Alberto Varela, abriendo la ventana a la esperanza de la perdurabilidad de estos bien conocidos bailarines.
Las emociones a flor de piel fueron las que bañaron las palabras de todos los intervinientes. Desde el final pasado por lágrimas de Guillermo Fernández hasta la dificultad para hablar con la que el alcalde comenzaba sus palabras: «A verdade é que é difícil falar despois desta emoción coa que acaba de falar Luz». Sentimientos necesarios para continuar un legado que se perpetúa en la parroquia de Carril desde hace siglos.