Ritos de magia negra en un barrio de Vilagarcía

Antonio Garrido Viñas
Antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

En apenas cien metros, han aparecido restos de pájaros que pueden haber sido víctimas de sendos rituales por como han quedado colocados

18 jul 2024 . Actualizado a las 21:51 h.

Le llaman magia de sangre, porque es la que se hace sacrificando un animal inocente. La explicación es de una reconocida bruja que no dudó al ver las fotografías de lo que ha sucedido en un pinar de Fontecarmoa, en Vilagarcía: «Eso es magia negra», sentencia. Cierto es que apunta la experta que, probablemente, el rito, los ritos porque los restos se reparten en dos zonas diferenciadas aunque cercanas, hayan sido realizados por personas sin experiencia. Alguien o algunos que se estén introduciendo en el mundillo, porque, sentencia la meiga, al escenario le falta simbología.

Pero vayamos por partes. Arranquemos por el escenario del rito. Se trata de un pinar que está al borde de un sendero que va desde la piscina municipal hasta las inmediaciones del CIFP Fontecarmoa. Un lugar ideal para darse un paseo y para algo más, como atestiguan restos de bebidas y envoltorios de preservativos. En cualquier caso, una zona que solo conocen los vecinos del lugar y en la que adentrarse de noche constituye un serio camino hacia un esguince, o, como mínimo, un tropezón, por lo abrupto del sendero.

El camino desemboca en un pequeño claro. Y, allí, al lado de unas piedras, aparece la primera víctima. Los restos de un córvido que están rodeados por cuatro palos, que representan los cuatro puntos cardinales, según aclara la bruja. El animal está ya prácticamente momificado, pero ninguna alimaña parece que se haya intentado alimentar de él.

Martina Miser

En cualquier caso, ese hallazgo palidece ante lo que se puede encontrar apenas un centenar de metros más allá. Allí, en lo que parece un altar, pueden verse restos de otra ave. Tanto sobre lo que sería la mesa del altar como en su base. Y, de nuevo, por la disposición de los restos no parece que el cadáver fuera víctima de alguna alimaña.

«Eso es un altar, está claro. Lo que pasa que hay muy poco simbolismo. Normalmente en el satanismo ponen mucho simbolismo. Entonces, puede ser alguien que no quiera que se sepa o unos chavales que están, pues yo qué sé, experimentando con algún libro o que vieron alguna historia en algún lado. Pero bueno, es desagradable, es magia negra», sentencia la meiga, que recuerda lo ocurrido hace unos meses en Meis: «Me llamaron de la Guardia Civil para que fuera hasta allí por lo que una señora había encontrado en una de sus fincas. Pero eso ya era algo catastrófico porque ya tenía el símbolo en el suelo del pentagrama de 5 puntas, las velas y varias gallinas muertas. La mujer no se atrevía a tocarlo y me llamaron porque la Guardia Civil tampoco se atrevía a meterle mano. Lo que hay que hacer es prenderle fuego encima y taparlo con tierra para purificarlo», explica.

«Si yo me encontrara algo así en mi finca, lo que haría sería quemarlo porque, además, da un poco de grima. La mayoría de las veces estos ritos los hacen personas que están experimentado, por lo que no sucede nada. Pero nunca se sabe», advierte.