La mayoría de los vilagarcianos ven el alquiler turístico como un problema

Serxio González Souto
SERXIO GONZÁLEZ VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

El 72,5 % de los encuestados en el barómetro de Sondaxe creen que está marcando los precios de la vivienda

20 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La irrupción de los alquileres turísticos ha alterado de forma sustancial el ecosistema de la vivienda en el territorio de O Salnés. El Instituto Galego de Estatística (IGE) constató en enero que el número de apartamentos dedicados a este uso se ha multiplicado por dos en la comarca a lo largo de los últimos años, desde los 2.477 que recogían los registros en el 2020 a los 4.644 que reflejaba su lectura más reciente. En Vilagarcía este ritmo de crecimiento ha sido, incluso, mayor. En la capital arousana existían oficialmente 121 pisos y casas destinados al arrendamiento vacacional. Ahora son 407. Un fenómeno del que no se apartan ni siquiera los municipios de menor tamaño de la demarcación. Pontecesures tenía una solitaria unidad en el 2020. Cuatro años más tarde son ya trece.

Este es el contexto en el que Sondaxe elaboró su barómetro en Vilagarcía durante los primeros días de julio. De la lectura de sus resultados se extrae que la mayoría de la población considera que el alquiler turístico se ha convertido en un problema. Así lo entienden el 55,6 % de los ciudadanos que participaron en la encuesta, si bien un porcentaje nada despreciable, el 33 %, no ve ningún inconveniente en esta modalidad de arrendamiento. Un dato llama la atención. Quienes muestran una mayor preocupación por este factor son los habitantes del denominado ámbito periurbano, que incluye a Carril y Vilaxoán junto a barrios tan poblados como el de O Piñeiriño. Allí, la percepción del problema se eleva al 61,4 %. Mientras tanto, quienes no aprecian que ese problema exista son el 37,7 % de los encuestados en el centro del municipio, el nivel más alto de las tres zonas que tanteó el sondeo. Incluso en las áreas rurales el porcentaje de quienes responden afirmativamente es mayor que en el casco urbano: un 55,4 frente a un 51,6 %.

Martina Miser

Sea o no un problema a ojos de la ciudadanía, lo que la gente tiene claro es que el arrendamiento vacacional está influyendo en los precios de la vivienda. Al menos, en el mercado del alquiler residencial, asediado en las poblaciones con una mayor presión turística, donde en demasiadas ocasiones resulta caro y muy complicado encontrar un piso que poder habitar. En este punto, el 72,5 % de los vilagarcianos perciben que, efectivamente, es así. Nuevamente la respuesta es más contundente en el cinturón periurbano (78,3 %) y en las zonas rurales (73,3 %) que en el centro de la ciudad (68 %), sin dejar de ser, por ello, un porcentaje también relevante en el principal nucleo urbano del concello.

La marca ideológica

El sondeo admite, también, un corte ideológico. La mayoría de quienes aseguran haber votado al Partido Popular en las elecciones municipales del 2023 no interpretan que el alquiler turístico constituya ningún problema. Son el 49,2 % frente al 34,9 % que mantienen la opinión contraria. Esto es algo que no sucede en ningún otro nicho electoral de Vilagarcía. Para el 61,6 % de los votantes socialistas sí hay un problema en el arrendamiento vacacional, un porcentaje similar al que ofrecen los del BNG (60,8 %), que entre el electorado de Podemos se va al 83,3 %. El caso de Esquerda Unida es rotundo: el cien por ciento de sus votantes ven en esta modalidad de alquiler un obstáculo para el acceso a la vivienda de carácter residencial.

La impresión bastante nítida de esta cuestión contrasta con la que se obtiene en otros apartados del sondeo. Así, cuando Sondaxe interroga a los vilagarcianos sobre cuáles son los principales problemas que identifican en su municipio, la vivienda no aparece hasta el séptimo lugar entre sus preocupaciones, señalada únicamente por el 3,9 % de quienes intervinieron en la encuesta. Entretanto, el IGE ofrece otro dato a tener en cuenta. En estos momentos, en la demarcación de Arousa, por cada vivienda que se destina al alquiler residencial se colocan en el mercado 23 consagradas al vacacional.