«Es bonito que la gente aprenda a hacer sus propias joyas, para ti y para regalar»
AROUSA
Tita Conde conoció la técnica del «alambrismo» en Chile y ayer la enseñó en Cambados
10 sep 2024 . Actualizado a las 14:04 h.María Berta Conde Ledo regenta una cuenta de Instagram a través de la cual vende sus productos de bisutería elaborados por ella. Pero esa «pasión» —como ella la define— se aleja de lo que, de base, era su profesión: el Derecho. Tras una decisión relevante por la cual ella y su hija marcharon de Galicia, descubrió la orfebrería y, más tarde, la bisutería. Atravesando el océano Atlántico descubrió este mundo que, actualmente, ocupa el día a día de la empresaria.
—¿Cómo empezó en esta campo? Explique un poco su historia.
—Soy licenciada en Derecho. Trabajé como procuradora hace unos cuantos años. Mi marido, que es ingeniero de minas, trabaja en una multinacional española y lo destinaron a Chile. Yo en un principio me quedo, pero después, estar separados con una niña pequeña es inviable, y decido irme a Chile, que es donde empieza mi aventura. Nos trasladamos nosotras, mi hija y yo. Allí conozco a un grupo de españolas que tampoco trabajaba y decidieron hacer un curso de orfebrería en el que me apunté. Estuve más o menos haciendo clases de eso durante un año, pero descubrí que me gustaba más lo que era la bisutería, porque el problema de la orfebrería es que necesitas tener una inversión importante. La bisutería no requiere ni tanto gasto ni tanto espacio. Empecé como un hobby. Me hice un Instagram y empecé a publicar, a tener seguidores. Acabó convirtiéndose en una pasión, más que en una profesión.
—Este taller que hace en Cambados, ¿es el primero?
—En España sí. Allí, en Chile, hacía showrooms con una de mis compañeras del taller. A partir de ahí conozco a mis dos mejores amigas españolas que vivían allí y que se dedicaban a eso. Elaborábamos unos showrooms súper divertidos, invitábamos a muchas señoras, hacíamos desayunos. Ahí es cuando me lancé, gracias a esta amiga mía, Paloma, que me animó mucho a hacerlo. Muchas veces te preguntas si estas cosas le gustarán a la gente. Y ella me dio muchas alas y me animó mucho. El apoyo entre las mujeres es súper importante, y las mujeres juntas somos imparables.
—¿Con qué finalidad hace estas actividades?
—En primer lugar, para darme a conocer en mi tierra, porque aquí solamente saben de mí mis amigas. Mi objetivo principal es ese y llevar a cabo este tipo de actividades puede obtener clientas que compren luego tus productos y también me parece interesante que haya a quien le guste este tema y que tenga posibilidad de hacerlo. Es bonito que la gente aprenda a hacerse sus propias joyas tanto para ti como para hacer regalar
—¿Cómo se desarrollan este tipo de talleres?
—Es una iniciación. En este caso, técnica mixta, pues hay alambrismo por un lado y por otro la confección de una pulsera. Lo que quiero hacer es que la gente pueda llevarse dos joyitas hechas, unos aros sencillos y una pulsera elástica con cristales y piezas con baño de oro. Cada uno a su gusto.
—¿Tiene alguna tienda en físico o sus ventas son a través de redes sociales?
—No tengo tienda en físico, pero para el futuro no lo descarto, porque esto también depende de cómo me vaya. Creo que muchas veces la vida te lleva. La vida fluye y las cosas pasan. A mí quién me iba a decir que iba a acabar dedicada a esto, vendiendo y diseñando mis propios productos.