O Marqués: el hombre que apuñaló a Pantera Rodríguez vuelve al banquillo por narcotráfico
AROUSA
La Fiscalía pide para el arousano y para uno de sus compinches afincado en Brión seis años de cárcel, acusados de mover cocaína, heroína, hachís y anfetamina
22 sep 2024 . Actualizado a las 22:44 h.En el verano de 1998, Javier Vázquez, O Marqués, acababa de soplar veinte velas. Entre otras actividades poco recomendables, aquel joven se dedicaba a depredar los bancos marisqueros del entorno de Vilagarcía. Una noche tuvo la arriesgada ocurrencia de poner sus ojos en una de las concesiones que explotaba la Cofradía de Pescadores de Vilaxoán. Fue así como se topó de bruces con su principal vigilante. Nada menos que el boxeador Felipe Pantera Rodríguez, a quien quiso apuñalar para tratar de escabullirse tras ser sorprendido en plena faena. Aunque consiguió herir a Pantera en una mano, el campeón le propinó al furtivo una bofetada que le hizo perder la bolsa de marisco que había escamoteado y la navaja que blandió frente al púgil. Ahora, con 46 años cumplidos, O Marqués se enfrenta a una acusación por narcotráfico que puede costarle seis años de cárcel.
La semana que viene, O Marqués y un compinche se sentarán en el banquillo de la Audiencia Provincial de Pontevedra —el juicio fue aplazado en el 2023— para responder de la operación Galapagar-Duque-Leucipo, una investigación que el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Comandancia de la Guardia Civil en Pontevedra desarrolló en el 2021 junto al grupo II de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional y el grupo de estupefacientes de la Comisaría de Santiago. Al hilo de un seguimiento que comportó un año de trabajo, los agentes detuvieron a ambos individuos en un domicilio de Brión, cuando O Marqués estaba a punto de pasarle a su colega 197,8 gramos de heroína, 498,2 gramos de cocaína y una pequeña cantidad de heroína. El material viajaba a bordo de un automóvil, escondido en una caleta a la que se accedía manipulando el cuadro de mandos del vehículo.
La cantidad de sustancias psicotrópicas intervenida puede parecer incluso modesta. Sin embargo, le hubiese reportado a sus portadores una cifra nada despreciable: alrededor de 65.000 euros en un solo viaje y, es de suponer, previo a un pase intermedio hacia el mundo del trapicheo, donde su valor se hubiese multiplicado. Con eso y con todo, lo que la investigación subrayó fue la agilidad que atribuye a los dos acusados a la hora de mover su mercancía, de forma muy rápida, y el empleo de un camuflaje de cierto nivel tecnológico.
En uno de los registros, las fuerzas de seguridad encontraron varios módem, teléfonos móviles y detectores. «Los medios informáticos y telemáticos incautados permitían a los acusados mantener comunicaciones empleando redes de datos al abrigo de eventuales interceptaciones judiciales de sus comunicaciones, sirviéndose de aplicaciones de mensajería instantánea basadas en la identificación de sus usuarios mediante alias convenidos», sostiene el escrito de acusación de la Fiscalía.
El ministerio público da por probado que O Marqués se servía de su vivienda en Vilagarcía y de su domicilio familiar en Catoira, así como del piso de Brión que ocupaba su socio, un hombre oriundo de Ferrol de 44 años, que había puesto los dos automóviles que la red utilizaba a nombre de su padre y de su madre. Los registros ofrecieron abundantes indicios de manipulación de cocaína, así como pequeñas cantidades de hachís y speed (anfetamina preparada para su inhalación).
La Fiscalía pide para cada uno de ellos seis años de prisión y una multa de 190.000 euros por dos delitos contra la salud pública con sustancias que causan grave daño y un agravante por reincidencia. En septiembre del 2021, O Marqués cumplía condena en régimen abierto. Su compañero «nunca ha pasado cinco años sin cometer nuevos delitos» tras una pena que acabó de cumplir en el 2014. Así lo recoge su escrito.