Sandra Delaporte: «Soy vegetariana, pero con los mejillones de O Grove voy a hacer una excepción»
AROUSA
Ella y Sergio Salvi harán sonar el tecnopop en la carpa de conciertos de la Festa do Marisco de O Grove
05 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Sandra Delaporte y Sergio Salvi llevan ya nueve años haciéndose un hueco en el panorama musical español bajo el nombre de Delaporte. A principios de este año vio la luz su último álbum, Aquí y ahora, afirmándolos más profundamente en la música electrónica y alejándolos de lo puramente comercial. Hoy vuelven a Galicia como parte del cartel de las Festas do Marisco en O Grove, donde interpretarán algunos de sus éxitos como Cagarla, su nueva canción. La cantante del dúo habla con nosotros sobre lo que significa esta nueva etapa para ellos.
—La última vez que estuvieron por Galicia fue en un festival. Hoy están en O Grove y el 18 de este mes vuelven a Santiago en la sala Capitol. ¿Como es ese cambio de público?
—A mí me gustan mucho los festivales, es como ir a la guerra, ves a gente que no te conoce y al final se les va la olla, acaban como fans número uno. Pero claro, tienes menos tiempo y nuestro público siempre se queda con ganas de más. Este año aún no habíamos venido a Galicia, todo el mundo nos insistía y decidimos hacer dos fechas, en la fiesta del marisco y en Capitol.
—Hablando de O Grove, ¿Si su música fuera un marisco, que sería?
—Unos mejillones, por fuera duro y por dentro blandito. Soy vegetariana, pero con los mejillones hoy en O Grove voy a hacer una excepción.
—Con «Cagarla», su última canción, se alejan de lo más puramente bailable para acercarse al tecno más oscuro.
—El disco de Aquí y Ahora volumen uno, digo uno porque con lo que componemos para el año seguro que sale el dos, tiene mucha más influencia del tecno y del club, una esencia más dura. Cagarla salió muy visceral, me imaginaba tocando eso en directo y la gente gritando: «He venido al mundo a cagarla».
—La música electrónica se crea a partir de un ordenador, pero consigue llegar al oyente, ¿cómo lo explica?
—La música electrónica es un macro recurso, como una guitarra o un piano, no por ser un ordenador va a ser menos. Me hace sentir más cosas porque me lleva a sonoridades que no conozco, hay potencias, matices y profundidades que no tienen otros instrumentos.
—¿Por qué la música electrónica se aleja tanto de otros géneros?
—Es complicado, el tecno es muy concreto y en la comunidad hay mucho esnobismo. Si llevo dos horas en trance con una sesión —aclaro que no me drogo ni bebo— y de repente metes reguetón, me sacas del estado.
— ¿Qué es el trance para usted?
—Cuando me meto en una sesión de tecno, entro en otro estado de consciencia. Cierro los ojos, es como un bailar hacia dentro, y miro mi propia oscuridad. Es un ritmo un poco más rápido y violento que te mete en otro lugar. Me ayuda a conectar con la desinhibición y con mi niña más libre. Para mí, las sesiones de tecno en los clubes son un lugar de comunión, te hace sentir conexión con la gente a tu alrededor. Es un estado que si no vas a sesiones es difícil de entender. La música enseña nuestra alma
—«Ni me drogo ni bebo». ¿Hay un cambio de percepción sobre el tecno en el que no se asocia este tipo de música con las sustancias?
—Yo como nunca me he drogado ni emborrachado, no sé cómo es estar es ese estado. Pero no es sostenible, hay gente que va a sesiones porque o les gusta drogarse o el tecno. Las que perduran son a las que de verdad le gusta la música, si sigues drogándote vas a ser drogadicta. Cuando voy a otros países de Europa la gente va muy serena y asocia esa actividad a cultura y arte, no vas a un museo drogado. Una cosa es el ocio y otra la cultura, el ocio sí se asocia al alcohol.
—En «Soy de aquí» dice: «No quiero que me vean, quiero sonar alto», ¿lo ha conseguido?
—Sí, hubo un tiempo en el que confundía dedicarme a la música con ser famosa, lo que me llevaba a contradicciones. Veía a gente como Aitana o Rosalía y pensaba: ¿en qué momento tienen tiempo de coger el portátil y producir algo? No está mal, solo es otro trabajo, necesario para poder vivir de esto, pero no existe solo ese camino para que tu proyecto vaya adelante.