El gobierno local lamenta que los trabajos no pasen del cementerio
19 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El gobierno municipal de Vilagarcía expresó su satisfacción ante el inicio de las obras de las aceras de Bamio por parte de la Xunta de Galicia, un proyecto que llevaba 15 años en espera desde su anuncio inicial y casi dos años desde que el anterior delegado provincial de la Xunta asegurara que comenzarían «a principios de 2023». «Estamos a piques de entrar no 2025, pero non por iso deixamos de festexar, como os veciños de Bamio, que por fin imos ver unha promesa cumprida. Ao igual que os residentes de Bamio e do Carril, tamén nós esperamos que non teñan que pasar outros tres lustros para garantir a seguridade dos peóns dende o cemiterio —que é onde acaban as obras que agora se inician— e Vilagarcía»», señaló el ejecutivo liderado por Alberto Varela.
Desde el gobierno local han insistido repetidamente a la Xunta, tanto en reuniones técnicas como políticas, que el proyecto es insuficiente, una postura respaldada por los representantes vecinales de Carril. El tramo que se comenzará a ejecutar termina en el cementerio, dejando sin resolver la conexión peatonal hasta la villa, una zona con alta afluencia tanto de peatones como de vehículos. El último esfuerzo inversor en aceras para esta parroquia data de los años del gobierno autonómico de Emilio Pérez Touriño, asegura Ravella.
Es precisamente entre el cementerio y Carril donde el tráfico peatonal y vehicular es más intenso, y donde se concentra el mayor riesgo para los viandantes, lamenta el ejecutivo local, que considera el proyecto actual un avance, pero insuficiente para garantizar la seguridad vial en la zona.
Más atención de la Xunta
El gobierno municipal aprovechó la ocasión para recordar que lleva años solicitando más atención por parte de la Xunta, gobernada por el Partido Popular, en las vías de su competencia. En el caso de Bamio, además de las aceras, se demanda la reparación del firme de la carretera principal, que presenta un evidente deterioro, y la instalación de elementos para reducir la velocidad, como pasos elevados o reductores. Por otro lado, en Carril, el tramo entre el Cementerio y la villa no solo carece de la prometida senda peatonal, sino que tampoco cuenta con medidas para calmar el tráfico en una zona peligrosa.