Los jubilados de A Illa llevan radiadores al centro de la tercera edad a falta de energía geotérmica

Bea Costa
bea costa A ILLA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

El alcalde reclama a la Diputación que ejecute la inversión de 155.000 euros anunciados en su día para caldear las casas modernistas donde están, además, la biblioteca y la escuela de música

11 ene 2025 . Actualizado a las 09:21 h.

Las casas modernistas de A Illa se inauguraron en marzo de 2022 esperando poder disponer sino ese invierno sí el próximo de un innovador sistema de calefacción por aprovechamiento geotérmico. Llegó el otoño del 2024 y la biblioteca, la escuela de música y el centro de la tercera edad tuvieron que volver a caldearse con la media docena de calefactores eléctricos que compró el Concello para este fin y que no fueron suficientes. El presidente de la asociación de jubilados y pensionistas de A Illa, José Luis Cores Otero, no está dispuesto a que los socios pasen frío, de modo que se hizo con tres radiadores más y los colocó en el centro social, para que las tardes de enero sean más llevaderas. Ante esta situación y con la llegada del nuevo año, el alcalde Luis Arosa, ha decidido dar un toque de atención; pide explicaciones a la la Diputación de Pontevedra de por qué no ejecuta una obra para la se llegó a habilitar una partida de 155.000 euros con cargo al Programa de Rexeneración e Reto Demográfico do Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia financiado con fondos europeos (DUS 5000).

En febrero de 2023, la institución provincial daba cuenta de la obra con todo lujo de detalles: «Instalarase un sistema de aproveitamento xeotérmico mediante o intercambio soterrado vertical e unha bomba de calor que intercambia a enerxía co terreo. Esta tecnoloxía suporá nun dos edificios unha redución das emisións de 22,4 quilogramos de CO2/m2 ano a 14 qgCO2/m2 ano; mentres que no outro baixarán de 24,5 a 14,1 quilos CO2/m2 ano».

En A Illa conocen bien esta energía renovable porque la emplean en la antigua Escola de Pau y esperaban poder implantarla, también, a las casas modernistas. La instalación quedó preparada cuando se rehabilitaron los edificios, pero es necesario construir un pozo de 150 metros de profundidad para captar la energía que se genera en la corteza terrestre —que se ubicaría en el jardín anexo— e instalar una caldera de las que nada se sabe por el momento. «Gustaríame saber que opina o PP da Illa disto?», dice Luis Arosa con retranca.

Cuando se inauguraron las casas modernistas, en 2022, soplaba el viento a favor para el Concello de A Illa dado que la Diputación de Pontevedra tenía a la socialista Carmela Silva al frente. Con las elecciones del 2023 cambiaron las tornas y, con la vuelta del PP a Montero Ríos, nada se volvió a saber de aquel proyecto que iba a llevar el calor de la tierra hasta el suelo radiante de la biblioteca.

Martina Miser

Así pues, toca tirar de la red eléctrica para caldear la primera y la segunda planta del edificio, con el coste energético que ello comporta para las arcas locales y la factura medioambiental que supone en un concello que hace bandera de sus políticas en favor de las energías renovables. El objetivo del gobierno local pasa por reducir un 40 % las emisiones de CO2 a medio plazo, y geotermia entra en esta ecuación junto a la energía solar y la tecnología led del alumbrado público.