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Sabela Fole, presidenta del PP de Cambados: «Samuel es un malabarista claudicando con un socio, es una réplica de Madrid»

Bea Costa
bea costa CAMBADOS / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

«Que revaliden el pacto de gobierno o que nos dejen gobernar a nosotros», apuntó la también portavoz municipal de los conservadores, refrendada por el congreso local

23 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Sabela Fole es desde ayer la nueva presidenta del Partido Popular de Cambados relevando a Luis Aragunde en el cargo y dos años después de erigirse como portavoz municipal en la corporación en calidad de líder de la oposición. Ahora sube un nuevo peldaño en el partido con la vista puesta en las elecciones de 2027 y apelando al mantra del «sentidiño».

—Llega a cargo sin rival, ¿eso es bueno o malo para una organización política, en este caso el PP?

—Yo lo veo positivo porque al final demuestra la unidad, y eso es muy importante en un partido.

—Fue la primera mujer cabeza de cartel en unas elecciones municipales por el PP en Cambados y ahora la primera presidenta de la agrupación local. ¿Cree en las cuotas femeninas en la carrera por la igualdad?

—Sí, creo que es importante, pero no fundamental. Creo más en la valía de cada persona a la hora de asumir un cargo, pero sí que es cierto que la brecha existe y que es bueno darle un impulso a las mujeres cuando hay situaciones en la que los cargos están prácticamente ocupados por hombres.

—¿Cómo encuentra el partido tras el legado de Luis Aragunde, qué PP quiere construir en Cambados?

—Estoy muy contenta. Estamos reorganizando Nuevas Generaciones y hay muchas mujeres que empatizaron con el hecho de que yo lidere el partido. Sea por la edad o por el hecho de ser mujer, hay muchas personas que tenían simpatía por el partido y ahora se quieren implicar más. En estas dos semanas de campaña interna tuve muchas reuniones, visité muchas casas y fui muy bien acogida por la militancia. Me preocupé porque nadie si sintiera fuera, ni la gente de antes ni la gente joven, que es muy importante.

—¿Sabe ya cómo va a conformar la ejecutiva local?

—Sí, más o menos ya está. Como secretario general va a estar José Carlos Trigo y próximamente daré a conocer el resto del equipo. Hay que ponerse las pilas que estamos a 790 días de las elecciones.

—¿Habrá continuismo o renovación en este equipo de 20 personas?

—Un poco de todo. Incorporaré a gente que es de mi confianza con ganas y con fuerza.

—¿Se ve reforzada en su cargo de portavoz municipal con su elección como presidenta del partido?

—Sí, porque creo que esta figura debe estar aunada en la misma persona y porque facilita el trabajo político. No puedo más que darle gracias a mis antecesores, en particular a Luis Aragunde, por la labor que hizo durante once años manteniendo unido al partido y porque fue la persona que me trajo a este mundo de la política. Ahora yo quiero intentar darle un refuerzo bajo mi prisma y con savia nueva.

—Hablando de cargos, ¿se postulará para volver a ser candidata a la alcaldía en 2027?

—Aún queda mucho tiempo. Estoy a disposición del partido. Tengo ilusión y ganas y, si el partido está de acuerdo, yo voy estar.

—El PP está haciendo una política de comunicación muy activa con notas de prensa casi todas las semanas. ¿Cree que este mensaje está llegando a la ciudadanía?

—Sí, creo que las valora porque la ciudadanía está muy cansada. Puede parecer que a la gente le da lo mismo todo, y no. A mí la gente me para preguntarme porque no entienden que Abal se dedique a peatonalizar calles según las ideas que le surjan, sin meditar las cosas y sin consenso. Hay que hacer las cosas con sentidiño. Me parece terrible lo que está pasando con el BNG, que se hubiese levantado en el pleno del asilo viendo la cara que puso Liso [portavoz del BNG] al ver que habían modificado la propuesta que el gobierno local llevaba al pleno y teniendo allí a los comerciantes de la plaza Asorey. Y no entiendo que el otro día se votase un reconocimiento de créditos por un millón de euros para pagar las facturas y que el BNG no fuera confiando en que ‘xa apoiará o PP'. Nosotros no íbamos a votar a favor porque estamos cansados con que ocurran cosas como que se estén pagando facturas con dinero público para ir a manifestaciones o fraccionando facturas para que no tengan que pasar por contratos menores. Pero nosotros tenemos que actuar para que la gente que tiene facturas con el Concello no quede sin cobrar.

—¿Salvan algo de lo hecho por el cuatripartito en este mandato?

—No, cómo vamos a salvar algo si no hay ni hoja de ruta y se gobierna a golpe de Facebook y de caprichos de un concejal independiente que marca ritmo en el Concello. Samuel [alcalde] es un malabarista que tiene que controlar las bolas en el aire para que no se le caiga el gobierno claudicando con un socio que no va ni a las juntas de gobierno. Es una clara réplica de lo que pasa en Madrid. Cambados ha retrocedido veinte años: el comercio cierra, la plaza de abastos se sigue sin hacer, lo del cuartel no es surrealista, es lo siguiente...

—Está siendo un mandato intenso a cuenta de las polémicas surgidas con el asilo, las peatonalizaciones, las situación financiera del Concello..., parece que en Cambados se ha entrado en la senda de la polarización marcada desde Madrid...

—Tengo una disciplina de partido, pero por encima de todo está Cambados. No me ha temblado la mano y he apoyado mociones en contra de lo que decía el partido porque no favorecían a mi pueblo. El alcalde no, Samuel se puso de perfil en el tema de Costas y con el tema de los comerciantes.

—¿Cuándo votó en contra de la disciplina de partido?

—Pues con el tema de la sanidad, por ejemplo, porque creo que es mejorable.

—Hace dos semanas pedía que se convocara un nuevo pleno de investidura. El órdago, como era de suponer, no tuvo más efecto que el de un titular. ¿Para qué plantean esta opción?, ¿acaso confían en un pacto con José Ramón Abal que no consiguieron en 2023 o en que les vaya a dejar gobernar en minoría?

—Nosotros confiamos en que nos pueden dejar gobernar en minoría. Que revaliden el pacto de gobierno (PSOE-Somos-BNG-Pode) que nos dejen gobernar a nosotros porque ellos no acaban de arrancar; un día parece que se van y después vuelven... la lectura que hay que sacar de todo esto es que lo único que quieren es que el PP no gobierno, no que Cambados prospere.

 «Por supuesto que los cambadeses entienden nuestra postura sobre el asilo»

La venta y cierre del asilo ha sido, sin duda, uno de los temas más candentes en el debate político en lo que va de mandato. El PP de Cambados defiende que sea el Concello el que compre el inmueble —el precio que han puesto las Hermanitas de los Desamparados es de 3,8 millones— frente a un gobierno local que mantiene que el Concello no tiene capacidad económica para afrontar este gasto, aunque en el pleno de diciembre, en una controvertida votación plenaria de la que se ausentó el BNG, la coalición plegó velas y se mostró dispuesto a que el Concello colaborare económicamente en la operación.

—¿Cree que los cambadeses entienden la postura del PP?

—Por supuesto. Los primeros que llevamos una moción con el tema del asilo fuimos nosotros para pedirle al alcalde que se implicara en la compra del edificio. Es una cuestión patrimonial no asistencial. ¿Quien tiene interés por hacerse con este edificio?, los cambadeses; ¿quién tiene que liderar la operación?, el Concello; ¿qué gestiones se hicieron?, ninguna. Yo sigo esperando a que me llame Samuel. No tuvieron en cuenta ni la petición que hizo don José [párroco] para crear una mesa de negociación. Pedí un informe de intervención para ver cómo se podría abordar esta operación financiera y comprar el inmueble, como hicieron en Vilanova, en Sanxenxo y en A Estrada, pero nada.

—En otros casos, la Xunta sí compró edificios para darles un uso asistencial, ¿por qué en Cambados no?

—Ojalá viniese la Xunta a comprar el asilo, pero ya sabemos cual es su política respecto a la creación de nuevas residencias para la asistencia de los mayores. Lo que digo es que quien tiene que preocuparse es el Concello de Cambados, esta operación nos corresponde a nosotros, con ayuda, por supuesto de otras administraciones. ¿Por qué no se recurre al Plan Concellos y al Plan Extra de la Diputación para comprar el asilo?

—Se queja de que el alcalde no la llama para hablar de este asunto mientras que Samuel Lago lleva meses esperando para ser recibido por la conselleira de Política Social por el mismo motivo y ni le contesta...

—Al alcalde de Cambados le encanta ir a los sitios a sacarse selfis, pero primero tiene que tener un planteamiento serio y no hacer política de bandazos. En esto, como en todo, el gobierno local es un caos.