Un Parque Nacional y otros enclaves insulares custodian una gran biodiversidad y tradiciones
06 ago 2018 . Actualizado a las 22:42 h.Cuatro islas y archipiélagos de las Rías Baixas aspiran a convertirse en Patrimonio de la Humanidad. Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada ya constituyen desde el 2002 el único Parque Nacional que existe en Galicia, con la denominación de Illas Atlánticas. Sobre su ámbito de 1.194 hectáreas terrestres y 7.285 hectáreas marinas son un ámbito vital para numerosas especies tanto vegetales como animales. En su radio de acción se acumulan los títulos. Todas son Zona Ospar, de protección del medio marino del Atlántico Nordeste. Cíes, Ons y Sálvora pertenecen a tres Zonas de Especial Conservación (ZEC), mientras que los dos primeros archipiélagos son Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA). En Cíes se encuentra Rodas, la mejor playa del mundo según un listado que confeccionó en el 2007 el periódico The Guardian; y en Cíes también se encuentra uno de los dos destinos Starlight de nuestra comunidad autónoma -el otro está en la provincia de Ourense-. En las laderas y acantilados del Parque Nacional anidan y viven las principales colonias de cormorán moñudo (Phalancrocorax aristotelis) y de gaviota patiamarilla (Larus michahellis) de la península Ibérica. Y entre otros animales interesantes está el lagarto ocelado (Timon lepidus), el lagarto más grande de Europa, y cuyo aislamiento insular durante milenios convierte a los ejemplares de Illas Atlánticas en únicos por su carga genética.
Además, tanto Cíes como Ons están dotados de instalaciones para poder pernoctar, mientras que, en base a ciertas condiciones, se pueden también realizar visitas a Cortegada y Sálvora. Los puertos de salida están ubicados en Vigo, Cangas, Bueu, Sanxenxo, Portonovo, Vilagarcía y O Grove.
Ons es un caso especial en el ámbito insular. Es la única integrante del Parque Nacional que todavía está habitada todo el año, aunque para contar el número de vecinos en invierno sobran los dedos de una mano. En Ons pervive un rico folclore y sus vecinos, hoy concesionarios, fueron los últimos colonos, con ese nombre, que hubo en su comarca. Por su parte, Sálvora estuvo habitada hasta principios del siglo XX y todavía se conservan sus viviendas.
Las islas más externas del Parque hicieron de barrera natural de defensa de las Rías Baixas contra el fuel del Prestige, que en el 2002 asfaltó sus playas, pero hoy apenas quedan cicatrices visibles.
Más allá de Illas Atlánticas, existen otras islas que vale la pena visitar, en la medida de lo posible y si no lo es por sus valores naturales, que también los tienen, valen la pena desde el punto de vista gastronómico, paisajístico o por sus playas, entre otras cosas. Por ejemplo, cabe señalar A Illa de Arousa, el único concello gallego que es una isla. Se accede a través de un puente desde Vilanova y una vez en esta isla no dejen de darse un chapuzón en la ría desde cualquiera de sus playas de arena fina.
Tambo es aún un misterio para la mayoría de los vecinos de la ría de Pontevedra. Polvorín y recinto militar de la Escuela Naval durante el siglo XX, está pendiente de su traspaso desde el Estado. Mientras tanto la custodia Defensa y no se puede visitar. En su interior están las ruinas de una capilla saqueada en el siglo XVI por el pirata Drake, las paredes de piedra del lazareto y las estructuras del almacén militar hoy vacío. En Marín, a O Santo do Mar se puede acceder a pie en marea baja por un paso que abre el mar y así una tras otra islas e islotes de las Rías Baixas son una joya turística que vale la pena visitar. Ya saben, si tienen oportunidad, disfruten de estas joyas dispersas por el litoral.