A Illa trata de implantar motores eléctricos en la flota bateeira

Bea Costa
bea costa A ILLA / LA VOZ

A ILLA DE AROUSA

MONICA IRAGO

El objetivo es reducir el impacto ambiental del gasoil en favor de las energías limpias

08 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Si hay coches eléctricos por la carretera, ¿por qué no aplicar esta misma tecnología en los barcos? Técnicamente es posible, pero todavía hay un largo camino por recorrer hasta llevarla al mar. La cooperativa gallega Nosa Enerxía está trabajando en un proyecto para construir un barco bateeiro eléctrico y, a la espera de que la criatura suelte amarras, se ha puesto otra meta: sustituir los motores de gasoil por otros eléctricos en los barcos bateeiros.

La iniciativa se enmarca en el proyecto europeo Clean Energy for EU Islands, en el que participa el Concello de A Illa junto a otras 25 islas y que tiene por objetivo implantar las energías limpias y reducir así las emisiones de CO2 en el horizonte del año 2030.

El Novo Esmeralda actuará como banco de pruebas, de modo que a partir de julio los técnicos de Nosa Enerxía van a medir minuciosamente sus consumos de combustible y sus pautas de movilidad para establecer los modelos sobre los que actuar.

Menos costes

El cambio de motor es el menor de los problemas porque todas son ventajas, según explica el presidente de la cooperativa Pablo Álvarez: ocupa menos espacio que un motor de gasoil, tiene menos costes de mantenimiento y supone un notable ahorro en combustible. Lo más gravoso son las baterías, porque son caras y tienen que tener capacidad suficiente para garantizar la autonomía del barco en la navegación. El sector bateeiro es perfecto para testar este sistema porque la flota tiene una dinámica de trabajo muy estable y vuelve a diario al mismo puerto, donde es fácil establecer un punto de carga. «Nun buque de pesca de altura non se podería facer, pero nun bateeiro é totalmente viable», explica Álvarez.

El jueves por la tarde se celebró en el Concello isleño la primera reunión para exponer y valorar el proyecto; acudieron representantes del sector del mar, de astilleros, técnicos, políticos y hasta un experto en sistemas de recarga eléctrica de una empresa finlandesa, y el encuentro dejó muy buenas sensaciones, según relata el responsable de la cooperativa de energías verdes.

Un ejemplo del grado de implicación de la sociedad en esta iniciativa es Alfredo Otero. Este isleño no solo ha puesto su barco al servicio del Clean Energy for EU Islands para motorizar su trabajo. Si se demuestra que el sistema es viable técnica y económicamente, no tendría problema en dar el salto y convertirse en un pionero de los barcos bateeiros eléctricos. Estaría encantado, dice, porque con ello abriría el camino para que el trabajo en el mar fuese más respetuoso con el medio natural. Hay que tener en cuenta que en lugares como A Illa, la contaminación generada por el tráfico marítimo es tan o más grave que la que provoca el transporte por carretera.