Más de 350 personas se han anotado ya en las clases de navegación tradicional que imparte la asociación cultural de A Illa
29 sep 2023 . Actualizado a las 11:14 h.Lo dice su nombre: la asociación Dorna, de A Illa, lleva años cuidando el patrimonio de todos con auténtica devoción. Recuperando dornas, restaurando dornas, navegando a dorna, han hecho por la tradición de la ría un trabajo impagable. Este año, de la mano de la Mancomunidade do Salnés y aprovechando los fondos Next Generation, Dorna ha dado un nuevo paso, encaminado en esta ocasión a ampliar el número de dorneiros y dorneiras, asegurando el relevo y ampliando el número de personas que conocen los secretos de la navegación tradicional. Con esas metas se puso en marcha hace unos meses un programa de «bautizos de mar» que consiste, básicamente, en recibir unas clases de navegación y salir a poner los conocimientos a prueba en la ría. Calculaban desde la asociación y la mancomunidad que unas 400 personas se apuntarían a esta iniciativa durante el año en el que durará, inicialmente, la colaboración. Pero las cuentas estaban mal echadas: en apenas un par de meses más de 350 personas participaron ya en la actividad, y la lista de espera no para de crecer. Afortunadamente, dicen desde O Salnés la responsable de Turismo, Eva Piñón, a la gente de Dorna le sobra pasión por lo que está haciendo, «y están dispuestos a hacer más de las 50 actividades previstas con tal de no dejar a nadie atrás».
Una de las características de este programa de bautizos de mar es que no estaba pensado exclusivamente para el turismo. De hecho, el público objetivo al que va dirigido es a los propios vecinos y vecinas de la ría que, por mil razones distintas, nunca se han acercado al ámbito de la navegación tradicional y a vela. Y la respuesta de la ciudadanía local no podía haber sido mejor, explican desde O Salnés. Pero estaba claro que una actividad tan atractiva como navegar a vela por la ría de Arousa a coste cero iba a ser un reclamo muy atractivo para quienes nos visitan en verano: a las dornas de esta peculiar escuela de navegación se han subido turistas llegados desde Miami con el mismo entusiasmo que arousanos llegados de Cambados o de Vilanova.