
La mayoría de los colegios de Vilagarcía tienen fibrocemento mientras que en Cambados solo ocurre en el San Tomé
13 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Desde el 2002 ya no se puede utilizar fibrocemento que contenga amianto en las obras, pero todavía queda mucho material de este tipo en los edificios. La también llamada uralita (nombre de la empresa que más las comercializó en España) continúa presente en revestimientos y tejados y, dado que antes de esa fecha el uso de este material era generalizado en la construcción, resulta casi imposible hacer un censo de edificaciones con amianto. Este material lo hay en todas partes: centros culturales, viviendas, galpones, naves industriales, huertas...; la uralita era un buen aislante y asequible, y acabó por colonizar la geografía gallega.
Será cuestión de tiempo que el amianto vaya desapareciendo de nuestras vidas, pero, entre tanto, hay que convivir con él. Contiene fibras cancerígenas pero las autoridades advierten de que, en estado inerte, no supone ningún riesgo para la salud y que solo es necesario tomar precauciones en el momento de su retirada, operación que solo pueden realizar empresas autorizadas en la gestión de este tipo de residuos. En el 2002, España prohibió la comercialización de cualquier material con amianto o asbesto, pero no se obligó a retirar el existente, y en el 2005 la prohibición se extendió a todos los miembros de la Unión Europea. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo catalogó como un material cancerígeno pero aún hay países como Canadá que siguen produciéndolo.
En Galicia se da por desterrada la construcción con amianto, pero la convivencia con este material todavía se prolongarán durante muchos años. En los colegios, también. En Vilagarcía, excepto el de A Lomba, que es nuevo, y el de Carril, que fue objeto de un cambio de cubierta hace unos años, todos los centros tienen fibrocemento con amianto debajo del tejado, según los datos que facilitan desde el Concello. Lo mismo ocurre en casas de cultura y pabellones construidos antes de la entrada en vigor de la nueva normativa. En lo que se refiere a Cambados, solo tiene uralita el colegio de San Tomé, y en el de Torre-Illa tampoco se han librado del todo de este material.
No faltan voces que reclaman que se destierre el amianto de los centros educativos. Es el caso de Gañemos Vilanova, que ya solicitó en pleno la retirada de la uralita del colegio Xulio Camba por temor a que pueda afectar a la salud de los niños y del personal docente.
Desde la Consellería de Educación informan de que están priorizando el cambio de este tipo de cubiertas cuando los responsables de la unidad técnica correspondiente informan del deterioro de las mismas, «sempre sendo retiradas e renovadas por empresas especializadas e sempre poñéndose en marcha protocolos de seguridade», explican.
La OMS catalogó este material como cancerígeno pero solo es peligroso cuando se retira