El picudo ataca, también, a las palmeras de Cambados

Bea Costa
bea costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

MARTINA MISER

El Concello destina seis mil euros a la lucha contra el escarabajo

23 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El picudo asomó en Vilagarcía y ahora ataca a las palmeras de la plaza del Concello de Cambados. En dos de los ejemplares más jóvenes, los del flanco sur, ya son visibles sus efectos porque las ramas más altas empiezan a marchitarse. La prioridad ahora es eliminar el escarabajo a tiempo para poder salvar ambos árboles y evitar, así, que la plaga se propague por las palmeras vecinas.

El Concello está actuando en dos ámbitos: un tratamiento de choque, que consiste en una ducha química, desde el aire, que se aplicó ya la semana pasada y se repetirá la semana próxima, y un tratamiento estacional, que se prolongará hasta final de año y se basa en la introducción del insecticida directamente a la savia del árbol. Con tal motivo, se han colgado de cada una de las palmeras de A Calzada unas bolsas que contienen el producto químico que se inocula en el tronco a través unas cánulas metálicas. Cualquiera que frecuente el paseo marítimo se habrá percatado de su existencia, pues este sistema lleva más de un mes instalado en el medio centenar de palmeras que jalonan el parque. A mayores, se van a colocar cinco trampas de feromonas con las que se espera poder erradicar la plaga de forma definitiva, según explica el primer teniente de alcalde, Víctor Caamaño.

El escarabajo picudo se ha convertido en un grave problema en Galicia. En Cambados todavía no hizo estragos, aunque hace años saltaron las alarmas. En el 2014, los técnicos de la Estación fitopatolóxica do Areeiro inspeccionaron las palmeras del Concello, pero resultó que su mal era otro. Y el picudo tampoco fue la causa de la tala de uno de los ejemplares en el 2015.

Pero el voraz insecto acabó por hacerse fuerte y ya está en Cambados, lo que obliga a la concejalía de Medio Ambiente a tomar cartas en el asunto. La contratación de una empresa especializada en la erradicación de este insecto le cuesta a las arcas locales seis mil euros.

En los espacios públicos del municipio se contabilizan medio centenar largo de palmeras. A las de A Calzada y la plaza del Concello hay que sumar las de la plaza de Alfredo Brañas, el parque de Torrado, el jardín de la biblioteca municipal y alguna otra en recintos educativos. Se trata de un patrimonio vegetal meritorio pues la mayoría de los ejemplares superan el medio siglo de vida.