Karamo Jawara, jugador más valioso de la Liga, ha compuesto varias canciones que ha grabado en un estudio profesional, y es amigo del dúo musical Nico & Vinz, que fue Top 1 en medio planeta.
01 dic 2017 . Actualizado a las 16:25 h.Desde hace dos semanas luce la condición de mejor jugador de la Liga LEB Plata 2017/18 al frente del registro de valoración individual -productividad- de la competición. Karamo Jawara lidera también las listas de máximo reboteador total, y hombre con más capturas ofensivas en su haber en el cómputo de las diez primeras jornadas del campeonato. Lo que está por ver es si algún día el pívot del Xuven Cambados se animará a testar sus dotes musicales en el ultracompetitivo mercado discográfico, y comprobar si, como sus amigos del dúo Nico & Vinz, es capaz de llevar uno de los temas que ha compuesto o pueda que componga en el futuro al número 1 de las grandes listas de medio planeta.
Por lo de pronto, quien es jugador franquicia del conjunto arousano junto a su compañero de piso, Will Saunders, ya cuenta con un pequeño repertorio da canciones propias. Eso sí, si no cuentan con taquilla en el vestuario de O Pombal absténganse de momento de poder escuchar en acción vocal a un hombre que aparca su naturaleza extravertida cuando se le pide que comparta sus dotes para el relato musical. Conténtense con saber que sí, que Jawara no le da nada mal al tema, por lo que cuenta alguno de sus compañeros a los que ha dejado escuchar sus creaciones en esas otras pistas en las que el noruego parece moverse tan bien. Cambiando la firmeza del parquet por el sonido envolvente esculpido en el audio.
«La música siempre ha sido importante en mi casa. Me gusta todo tipo de música, pero principalmente el afrobeat -una combinación de música yoruba, jazz, highlife y funk surgida en los años 70 en África- y hip hop», nos cuenta Jawara. Y como quiera que «tengo amigos que son profesionales de la música, y que han firmado por grandes discográficas, he estado varias veces con ellos viendo como grababan. En los últimos tres veranos pasé tiempo en un estudio de música profesional, y grabé algunas canciones», explica.
Entre esos amigos de la música de los que habla, el cinco del Xuven cita el nombre del dúo Nico & Vinz, noruegos como él, que entre los años 2013 y 2014 triunfaron en todo el planeta con la canción Am I Wrong, número 1 en listas como la Billboard de los Estados Unidos, la U.K. Singles Chart, la Media Forest de Israel, o la Rianz de Nueva Zelanda. El vídeo del tema, de más de 5 minutos de duración y grabado en África, contabilizaba ayer más de 360 millones de visualizaciones en Youtube.
«Socio» de un rival del Canoe
Sin formación musical reglada, con solo un curso especializado en su etapa universitaria en los Estados Unidos, eso sí, impartido por el productor de Destiny’s Child o Jay Z, Jawara explica que «componemos entre dos amigos que también jugan al básket, uno de ellos en el Canoe, y yo», pero por ahora, remarca, solo para consumo propio, y de sus círculos personales. ¿Se animaría a intentar hacer carrera musical? «Puedo empezar una carrera donde quiera», contesta, y «no me da reparo actuar en público» aunque a nosotros nos deja con las ganas, «pero», concluye Karamo; «ahora no estoy centrado en ello, sino en el baloncesto».
De hecho, preguntado sobre qué preferiría antes, triunfar en el baloncesto o en el mundo de la música, el noruego no duda un segundo: «En el básket». Y aunque nos confiesa que «amo la música», y a pesar de su aparente gran confianza en sus dotes para ella, Jawara, licenciado en Psicología, tiene también otras prioridades para el futuro sin balón: «Cuando termine con el baloncesto, seguro que quiero trabajar con niños, me encantan los niños. Ellos son el futuro, y este mundo necesita mejores líderes con todo lo que está sucediendo».
El joven capaz de decir no al trapicheo del mercado universitario de los Estados Unidos
Sus padres nacieron en Gambia. Él, en Suecia, a donde se habían mudado sus progenitores antes de la llegada al mundo de un Karamo Jawara que con 5 años emigraba con su hermano mayor a Noruega acompañando a su madre, ya separada, en busca de mejores oportunidades de trabajo. En Noruega se crió Karamo, con el fútbol en primer plano. Triunfar en el mundo del balompié «era mi sueño», desvela el hoy pívot del Xuven. Hasta que con 13 años «cansado de jugar al fútbol en la nieve, comencé a querer más baloncesto» y se empezó a tomar en serio sus entrenamientos con el Froya. Fue este su único equipo en Noruega, y con él ganó los campeonatos nacionales Sub-16, Sub-18 y Sub-20, siendo MVP en los tres.
Con 18 años Jawara ya jugaba, y como capitán, en el primer plantel de su club, promediando 16 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias. Entonces aún medía 196 centímetros -hoy tiene 26 años, y no dejó de crecer hasta sus 203 centímetros con 23-. Una progresión que llamó la atención de varias universidades de los EE.UU «Iba a ir a Davidson, donde jugó Curry», pero, relata el noruego, «pasaron muchas cosas ese año, con los entrenadores de Estados Unidos tratando de hacer dinero a mi costa. Intentaron decirle a la universidad que iría a su escuela si les daban algo de dinero -hace unas semanas se destapó en los EE.UU una trama de mercadeo de jugadores universitarios-». Preguntado por la cuestión, Karamo se limita a apuntar que «en Estados Unidos el deporte universitario no siempre es limpio, y hay gente que intenta sacar provecho».
Karamo se queda con que en Carolina del Norte Central halló «la universidad ideal» para él y su carrera en la NCAA. Allí, presume, fue capitán, y el líder «en la mejor época de la historia del equipo», campeón invicto de división.