«No hay que tener miedo, y mirarle a La Roda a la cara. Lo vamos a sacar»

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

CAMBADOS

MONICA IRAGO

El capitán del Xuven y único superviviente en la final por la permanencia de hace dos años en Amorebieta, Juanchi Orellano, da las claves para salir airoso mañana

20 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Parece un calco». Acompañamos a Juanchi Orellano en su mirada dos años atrás. A aquella semana de abril del 2016 que culminaba con la agónica conquista de la permanencia del Xuven Cambados en la LEB Plata al término de su tercera campaña en la categoría con un 76-77 en la cancha del Zornotza en Amorebieta. Con Sergi Quintela, que la semana pasada participó en el ascenso matemático del Breogán de Lugo a la ACB, erigiéndose en héroe arousano con una canasta a 2 segundos del abismo y el posterior tapón en el tiro in extremis del local Cruz desde más allá de la línea de 6,75. Aquella plantilla dirigida por Miguel Ángel Hoyo llegaba a la última jornada dependiendo también de sí misma para eludir el descenso; en su caso con dos terceros resultados activándose en la ecuación en caso de perder, ambos pintando bastos bajado el telón de la Liga con la derrota del Simply Olivar con el Sammic y el triunfo del Ciudad de Valladolid en la casa del colista, Getafe B. De aquellos diez jugadores vestidos de amarillo y corto en Amorebieta el 9 de abril del 2016 -Alberto Rodríguez colgaba las zapatillas ese día- solo Juanchi repetirá mañana experiencia tras, precisamente, regresar de su fugaz paso por las filas del Zornotza la pasada temporada.

Ahora, como entonces, el Xuven depende de sí mismo para salvarse, en la cancha del segundo clasificado, La Roda, sin tener que aguardar el pinchazo de su rival por eludir la última plaza de descenso, en este caso el Plasencia. «Parece un calco», dice Juanchi. «Recuerdo que estuvimos concentrados en el partido toda la semana, sabiendo que si ganábamos nos salvábamos. Fuimos a Zornotza con ilusión, y con muchas ganas. Como ahora contra La Roda. Son sensaciones parecidas», dice. Porque «al final las dos son una final», y en un partido así «el grupo se une más para sacarlo adelante».

El junto a Iago Estévez capitán del Xuven 2017/18 recuerda de aquel Zornotza-Xuven del 9 de abril del 2016 que «fue un partido duro, muy duro, e intenso. Ellos si ganaban se podían meter en play-offs». En este caso, el Xuven jugará contra un equipo, el La Roda, sobre el papel más poderoso, por cuanto compitió hasta el pasado sábado por el título y el ascenso directo con el Covirán Granada, pero también sin absolutamente nada en juego. Y hombres tocados con el primer partido de cuartos de final por la segunda plaza para la LEB Oro 2018/19 a la vuelta del viernes de la próxima semana.

De su escollo en el último metro de carrera hacia la permanencia Juanchi dice que La Roda «es un buen equipo», quizás el que con más claridad desnudó las carencias del Xuven de Chiqui Barros cuando este aún disponía de Will Saunders y el MVP de la LEB Plata, Karamo Jawara. Sin olvidar aquel 70-88 el pasado 29 de diciembre en O Pombal, «no hay que tenerle miedo a La Roda, y mirarle a la cara. Jugándole cara a cara, como hicimos contra todos los demás equipos. Sin complejos. Lo único que tenemos en la cabeza es ganar», declara el base.

Siendo el único común denominador de las finales del 2016 y la de mañana sábado, Juanchi Orellano también es uno de sus grandes factores diferenciales. Hace dos años «a Miguel -Ángel Hoyo, entrenador entonces del Xuven- le gustaba que jugase más de alero defendiendo al mejor hombre del equipo rival», recuerda. Ahora el hispanoargentino es el principio de todo el baloncesto del cuadro cambadés, imprescindible para su sino, como prueba su condición de baloncestista con más minutos de promedio en cancha en la Liga, 34,11.

¿Y qué debe hacer el Xuven para ganar mañana? Le preguntamos a Juanchi: «Necesitamos estar bien nosotros, unidos como hemos estado la mayor parte de la temporada. Ir a hacer nuestro trabajo, y ganar. Llevando el control del partido». Consiguiendo esto último, dominar la regulación del caudal de juego, «a partir de ahí nos adaptamos a lo que sea; si hay que ir a muchos puntos, a muchos puntos, y si es a pocos, también».

Sin autobús de apoyo por falta de demanda

Más allá de aquellos contados aficionados que puedan decidirse a cubrir los 860 kilómetros hasta La Roda, la plantilla del Xuven estará sola ante su anfitrión y la afición del conjunto castellano-manchego, al no haber respuesta a la iniciativa del Xuven de fletar un bus de pago para sus hinchas interesados.

Del gallego Carlos Noguerol, pesadilla amarilla, al excambadés Placide Nakidjim

Puede que el todo del Fundación Globalcaja La Roda no se juegue nada en la última jornada de la fase regular de Liga, pero quizá alguna de sus partes sí lo haga. Hasta tres jugadores del plantel castellano-manchego cuentan con un pasado relacionado con el Xuven Cambados. Y los tres son hombres de peso en el equipo que, junto al Ávila en la cancha del Plasencia, colaborarán en el arbitraje de la contienda que decide el nombre del cuarto y último cuadro descendido a la EBA.

Una de las claves de la extraordinaria temporada de un recién ascendido como el La Roda tiene nombre y apellidos gallegos. Carlos Noguerol abandonaba el pasado verano Ávila prosiguiendo un año más su condición de pesadilla del Xuven, contra el que ha firmado brillantes actuaciones con las camisetas de sus tres equipos en LEB Plata, el primero el Marín.

En la pintura, dos exXuven, Norman Rey y, sobre todo, un Placide Nakidjim pletórico, como prueba su condición de segundo mejor jugador de la Liga.

Medina en la dirección, De Angelo Hailey, Chuso González y Blázquez, en el perímetro, y un Anderson recién llegado, y tocado, de los Juegos de la Commomwealth, completan el arsenal de un La Roda que ayer volvía al trabajo tras cuatro días de descanso.