Cambados quiere recuperar la plaza de A Xuventude como punto de encuentro

Bea Costa
bea costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

Martina Miser

Al mercado Son do Campo previsto para el próximo fin de semana le seguirán conciertos y otras actividades; el espacio acaba de ser objeto de una remodelación

11 dic 2021 . Actualizado a las 10:39 h.

A Xuventude fue durante décadas el epicentro de la vida cultural y social de Cambados. Con aquella intención donó Dolores del Valle, La Francesa, los terrenos sobre los que se levantó el edificio, pero aquel modelo de ocio gestado en el franquismo acabó decayendo. La rehabilitación del inmueble para su conversión en auditorio hizo posible recuperar este espacio para uso y disfrute de los vecinos, pero A Xuventude no acabó de cuajar como un lugar de referencia para los cambadeses, más allá de los grupos de chavales que lo frecuentan.

Aprovechando las obras de remodelación de que ha sido objeto la plaza, el gobierno local lanza una apuesta para convertirla en un punto de encuentro, «para que volva ser o que foi hai moitos anos», según indicó ayer la alcaldesa, Fátima Abal. La primera propuesta llegará el próximo fin de semana a propósito del mercado navideño Son do Campo, que servirá de escaparate de los productos gastronómicos y de la artesanía elaborados por mujeres rurales de toda Galicia. Será el 18 y 19 de diciembre, en horario de mañana y tarde, y no faltará la animación musical a cargo de grupos folklóricos locales.

A esta seguirán otras actividades en el futuro, como pueden ser conciertos. Su localización es idónea —en el corazón del casco urbano— y ofrece un espacio diáfano dotado de una plataforma elevada en la fachada oeste apto para convertirse en escenario. Lo urgente ahora es completar las obras pendientes ante la cita del día 18: instalación de un banco semicircular en el centro (o parladoiro), se sustituirá la valla perimetral, se colocarán los maceteros que delimitarán los desniveles de la plaza y se pintarán las paredes.

Este proyecto tuvo un coste de 240.000 euros, que se financiaron al 50 % con cargo al Plan Concellos y a la aportación de la empresa Froiz, que tiene un supermercado en la plaza y explota parte del aparcamiento subterráneo en régimen de concesión.

Más allá de las intervenciones en superficie, el grueso de la obra consistió en el cambio de pavimento y la impermeabilización del párking, donde había un serio problema de humedades que provocaban grandes goteras.