Los arousanos se rascarán el bolsillo lo justo en unos encuentros festivos que darán vida a la hostelería en diciembre
14 nov 2023 . Actualizado a las 13:13 h.El mes de noviembre aún no está mediado, pero la Navidad ya está llamando a la puerta. En concellos como Vilagarcía comienzan los preparativos para el encendido de las luces y en los supermercados, los envoltorios brillantes del turrón ocupan desde hace semanas los estantes más destacados. En las casas comienzan a elaborarse las cartas a los Reyes Magos y a Papá Noel, cuyos ayudantes miran con disimulo los catálogos de las tiendas de juguetes. Y en las oficinas y demás centros de trabajo ya se ha planteado la pregunta: ¿Vamos a hacer cena de Navidad?
Hace un par de años, a estas alturas de mes, ya se habían realizado en la comarca de O Salnés algunas de esas cenas de colegas. Era el año 2021, las limitaciones derivadas del covid se habían relajado, y todo el mundo parecía tener ganas de salir a celebrarlo. En este 2023, el calendario parece haber recuperado cierta normalidad, y a estas alturas no resulta imposible encontrar un buen sitio en el que cenar. «La temporada navideña, para nosotros, suele comenzar el último fin de semana de noviembre», explican desde el Forniños (Cambados). En este establecimiento especializado en la celebración de eventos tienen la agenda prácticamente completa. Tanto es así, que están pensando en abrir el viernes 22 de diciembre. «Suele ser una fecha tardía, pero hay gente que nos dice que les vale», señalan desde el establecimiento. En su caso, no han notado grandes variaciones con respecto a otros años: «Seguimos teniendo grupos grandes, de empresas importantes de Cambados, de Vilagarcía...», explican. Eso sí: en la mayoría de los casos, se apuntan al menú más básico, que por 50 euros ofrece entrantes, dos mariscos, carne, postre y la bebida; todo ello seguido de baile. En el Forniños lo que les preocupa, a estas alturas, es lo que pueda pasar con el marisco. «Tal y como están las cosas... Va a costar trabajo conseguirlo». Y habrá que ver a qué precios, claro.
También en la Taberna de Triana (Cambados) deben prestar atención a lo que pase en el mar, porque sus menús navideños también incluyen mariscos. El menú medio, que por el momento es el favorito de quienes ya han reservado mesa, incluye pulpo, almejas y zamburiñas. «Tenemos propuestas por entre 35 y 65 euros, pero casi todo el mundo se queda en los intermedios», señalan desde un local en el que esperan grupos «de entre doce y veinte personas».
Más o menos, son mesas del mismo tamaño las que esperan en el Pé de Cuba (Vilanova). «Las mesas de treinta y tantas personas que podíamos tener antes ya no se ven. La mayoría son mesas más pequeñas, de doce personas. Tampoco son ya cenas de empresa: son los compañeros de trabajo que se reúnen para compartir un rato», explican desde este establecimiento que, pese a estar cerrado, no deja de enviar presupuestos y hacer reservas. Su oferta incluye menús que van desde los 18 a los 45 euros por persona, aunque, de nuevo, quienes han cerrado ya su reserva optan por las propuestas intermedias. «Lo de menús por 60 euros de antes pasó a la historia».
A fin de cuentas, la inestabilidad que nos envuelve —climatológica, política, económica— se nota también en el gasto. Bien lo saben en la Arrocería A Lanzada, donde preparan con mimo la campaña de las cenas de Navidad. En estos momentos, el establecimiento está cerrado, pero atendiendo todas las llamadas y enviando todos los presupuestos que se le solicitan. «La verdad es que las reservas este año van a un ritmo más lento que el pasado», señalan. Y eso que han optado por manejar los mismos precios que entonces. «Pero en O Grove hay empresas con muchas dudas, como Atunlo, y eso genera preocupación en muchas familias». Y la preocupación se contagia más de lo que nos gusta reconocer.
En El Ruedo (Vilagarcía) consideran que la campaña discurrirá «máis ou menos como nestes anos pasados». «A xente quere saír e celebrar, pero miran máis os cartos que van gastar», señalan desde un establecimiento en el que los presupuestos de hasta 70 euros que cerraban hace unos años han pasado «a unha media duns corenta euros por cabeza». En el local entienden los ajustes de la clientela, porque ellos mismos los sufren. «A xente quere saber no que vai gastar, pide orzamentos, e logo pénsao. Nós temos confirmadas xa seis ou sete cenas para este mes», señalan desde el local. También aquí, los grupos son más pequeños.