Las obras convierten la avenida de Galicia en Cambados en un caos obligando a caminar por la calzada

La avenida de Galicia (Cambados) empezó ayer el día sumida en un caos circulatorio. Había vallas a ambos lados de la carretera, lo que dejó a los estudiantes del instituto Francisco Asorey y demás usuarios —carritos de bebé y sillas de ruedas incluidos— sin aceras para caminar, teniendo que utilizar la calzada, y todo ello lloviendo. El concejal de Obras e Servizos, José Ramón Abal, anunció hace unas semanas que esta situación no se iba a dar porque se había establecido un plan para ordenar los trabajos de manera que la construcción de las aceras a ambos márgenes de la vía se hiciese de forma alterna, es decir, cuando se ocupase un lado de la vía se despejaría el otro.

Este martes no ocurrió y, a las obras de mejora de la red de saneamiento que se ejecutan en la acera del lado este (donde está la farmacia) se sumaron las de enfrente, donde también se van a renovar servicios y aceras. El concejal informó ayer de que la situación se corregirá hoy mismo, parando los trabajos que contrató la Xunta en el lado izquierdo sentido avenida de Castrelo. Ayer por la mañana la zanja todavía estaba abierta.

Entre tanto, la calle Os Caeiros sigue en precario. Pese a que las obras pararon en cuanto comenzó el curso escolar para facilitar el paso de vehículos —autobús escolar incluido—, sigue habiendo vallas y material de obra en una carretara que, por lo demás, quedó sin pavimentar, complicando así la circulación de coches y peatones, especialmente ahora, con las precipitaciones.

No es el único punto afectado. La calle A Grenla, la paralela a Os Caeiros, volvía a estar ayer cortada al tráfico, lo cual obliga a los residentes y los vehículos que se dirigen al instituto a hacer un largo desvío hasta el puente de Castrelo para regresar hacia Os Caeiros por Pinar do Rei. A esta molestia se suma el hecho de una deficiente señalización y la acumulación de material de obra sobre la carretera, lo cual representa un peligro para la circulación.

Vecinos de la zona ya se han quejado al concejal por esta situación, alertando, además, de que la apertura de zanjas provocó la proliferación de ratas en la vía pública y de suciedad que sigue sin limpiarse. A todo ello hay que sumar el hecho de que un tramo de la calzada corre riesgo de hundimiento y piden que se actúe aprovechando que la zona está en obras.

Planes de futuro para la avenida

Frente a este escenario caótico, José Ramón Abal anuncia futuras mejoras en la avenida de Galicia. A los nuevos servicios y aceras que están en ejecución se sumarán otras tres acciones: la colocación de semáforos en el cruce de Os Olmos, la reubicación de uno de los pasos de cebra de Catro Camiños y la iluminación de todos los pasos de peatones desde la plaza de abastos hasta O Brexo.

La regulación semafórica en la intersección de la avenida de Galicia con la calle Os Olmos y Narciso Pérez obedece a una demanda vecinal. La semana pasada volvía a entrar en el registro municipal otro escrito alertando de la peligrosidad en este punto y reclamando la colocación de un semáforo, una petición que Abal califica de «razonable» y que incluye en su agenda. En todo caso, no se podrá abordar de inmediato. Habrá que esperar al 2025 para poder habilitar una partida económica con la que afrontar este gasto.

Será más económico y sencillo solventar otro punto negro de la avenida de Galicia, el que representa uno de los dos pasos de cebra de Catro Camiños (en las inmediaciones de la pastelería) cuya situación deja sin visibilidad a los vehículos que se incorporan a la avenida desde la alameda de San Tomé. Abal anuncia que se repintará la zona para evitar este peligro.

Por último avanza que va a colocar iluminación extra en todos los pasos de cebra comprendidos entre la plaza de abastos y O Brexo (7) con el fin de mejorar la seguridad vial.

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