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La austeridad se impone en Cambados: menos gasto en fiestas, cultura y limpieza y más impuestos para hacer cuadrar las cuentas

Bea Costa
Bea Costa CAMBADOS

CAMBADOS

El ahorro en las fiestas se empezará a aplicar este año en los conciertos del Albariño
El ahorro en las fiestas se empezará a aplicar este año en los conciertos del Albariño Adrián Baúlde

El pleno aprobó un plan económico financiero que prevé la subida del IBI con la abstención de Abal, que vuelve a desmarcarse de sus socios

30 may 2025 . Actualizado a las 20:27 h.

En el Concello de Cambados no salen las cuentas. Se gasta más de lo que se ingresa y el déficit ha llegado a los 600.000 euros. Ante esta situación se impone la aprobación de un plan económico financiero para los años 2025-2026, trámite que se cumplimentó en el pleno de anoche y va a pasar factura por partida doble: el Concello necesita recaudar más y lo hará mediante la subida del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y necesita al mismo tiempo recortar gastos a cuenta del 5 % del gasto de libre disposición que se reparte entre los distintos departamentos. Los primeros recortes ya han llegado.

Este año se gastará menos en la Festa do Albariño —el caché de los conciertos será de 42.000 euros más IVA frente a los 112.000 euros que se gastaron el pasado año— y también en la Navidad, cuando solo el alumbrado se llevó el pasado invierno 75.000 euros del presupuesto municipal; la feria Cambados Histórica y el festival de los 40 principales también se caen del programa de la concejalía de Festexos.

El tijeretazo en Cultura se aplicará, entre otras actividades, en el Urban Feira y el taller de escritura, que no se celebrarán. En cuanto al departamento de Obras e Servizos, esta primavera ya no se ha podido contratar a una empresa para reforzar el servicio de limpieza de vías públicas.

En el gobierno local han asumido que llegan meses de vacas flacas y de tomar medidas impopulares que podrían tener un coste electoral. «Isto non é unha cuestión de esquerdas ou dereitas, a ningún partido político lle gusta subir os impostos», señala el portavoz de Somos Cambados, Tino Cordal.

En la misma línea se expresaron sus compañeros de cuatripartito que justifican la situación financiera del concello en el contexto general de «presión inflacionista» y en el lastre que implican para los ayuntamientos los llamados gastos impropios, aquellos que asumen los concellos para financiar servicios que son de competencia autonómica. Valgan dos ejemplos: el Servizo de Axuda no Fogar (SAF) le cuesta a las arcas locales casi 400.000 euros, la Escuela Infantil, 220.000, y los gastos de Sogama se disparan a 250.000 euros con la última subida del canon. La factura de los gastos impropios adelgazará un poco este año gracias al acuerdo alcanzado la semana pasada con el Sergas, por el cual el Concello ahorrará 70.000 euros anuales en gastos de mantenimiento del centro de salud, pero las cuentas siguen sin cuadrar.

Los servicios básicos no se resentirán, afirma el alcalde Samuel Lago, —el gasto corriente y de personal suponen el 90 % del presupuesto municipal— y como para equilibrar la balanza no llega con prescindir de las actividades, la única vía que le queda al cuatripartito es aumentar la presión fiscal. Los cambadeses pagarán más IBI el año próximo, pero aún no se sabe en qué porcentaje. Es un asunto a negociar en el seno del propio gobierno y, como es habitual, el paso lo marcará Cambados Pode.

Según las cuentas que hizo el PP aplicando el coeficiente máximo, el impuesto subiría un 35 % . El alcalde afirma que no se alcanzará esa cifra  porque eso implicaría aplicar un coeficiente del 0,62 «e non imos chegar aí, andaremos arredor do 0,50». Abal ya advierte de que, de otro modo, no apoyará la modificación de la ordenanza municipal que requiere la subida del IBI y, para curarse en salud, ayer se abstuvo a la hora de votar el plan financiero. PSOE y Somos confían en que se llegará a un acuerdo en este sentido para llevar el asunto al próximo pleno ordinario de de julio. El BNG prefiere no hacer valoraciones sobre lo ocurrido en el pleno a la espera de analizar la cuestión en el consello local.

En el gobierno local, en concreto Tino Cordal, reconoce que bajar en 2015 el tipo impositivo que se aplica al IBI al 0,46 fue «un erro» y, eso, sumado al hecho de que los valores catastrales en Cambados están bajos, provoca que la recaudación por la urbana esté muy por debajo de otros concellos. «Nós recadamos 1,4 millóns de euros por IBI cando a media galega dos concellos de poboación similar á nosa é de 2,4 millóns», explica el regidor.

Samuel Lago trata de hacer didáctica con un tema controvertido al que el Partido Popular ya le sacó punta, acusando al cuatripartito de subir los impuestos como consecuencia de su mala gestión. Pese al déficit, el alcalde trata de quitar aristas a la situación económica: «Non temos débeda e viñamos dun remanente de tesourería positivo». El debate sobre la política fiscal continuará en el próximo pleno y, antes, en el seno del gobierno local. «Todos temos que facer un esforzo, nós somos un partido serio que non fai populismo barato», señala José Ramón Abal ante las dudas que plantea la negociación con sus socios de cuatripartito.

Nadie discute que es necesario habilitar suelo para favorecer la construcción de viviendas en el casco urbano

En el pleno ordinario también se habló de urbanismo a instancias de una moción del Partido Popular por la que pedía la adopción de medidas para impulsar el desarrollo de las unidades de gestión del pueblo y, en consecuencia, ganar áreas urbanizables que favorezcan la construcción de vivienda. Todos los grupos coinciden en que es necesario mover ficha, pero, reconocen, no es un tema fácil.

El cuatripartito que gobernó en 2015 se las prometía muy felices y el departamento de Urbanismo —entonces en manos de Somos Cambados— anunciaba que durante ese mandato se iban a ganar cientos miles de metros cuadrados edificables. Diez años después aquellos planes quedaron en papel mojado debido, explica el primer teniente de alcalde, Tino Cordal, a las dificultades que surgieron a la hora de poner de acuerdo a los propietarios de los terrenos y de encontrar a promotores dispuestos a invertir en suelo cambadés.

Cordal reconoce que hicieron las cuentas de la lechera pero no por ello exime al PP de responsabilidad; en la Xunta por no construir vivienda pública y en el Concello por no haber redactado el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) durante los mandatos de Tourís y Luis Aragunde «que tiñan subvención para iso».

Sin PXOM a la vista, la fórmula por la que apuesta el gobierno local para ganar suelo urbanizable pasa realizar modificaciones a las normas subsidiarias en vigor, un proceso largo y tortuoso desde el punto de vista burocrático que de poco servirá si no hay inversión privada. Se quejan los promotores de que construir en Cambados, con los requisitos que establece la actual normativa en materia de alturas y volúmenes, resulta poco rentable, y el PP alerta de que esto va en detrimento de la oferta de vivienda y de las cuentas públicas porque el Concello deja de ingresar en concepto de licencias de obra.