Una vikinga de Catoira diseña la imagen de la romería más bárbara de Galicia

El primer domingo de agosto aún queda lejos, pero todo el mundo sabe que las grandes citas exigen largos meses de preparación. Por eso, a nadie debe extrañarle que la 63 edición de la Romaría Vikinga de Catoira lleve ya meses cocinándose. A fin de cuentas, el menú de la fiesta es amplio, variado y va mucho más allá del vino tinto y los mejillones que se han convertido en el sello gastronómico del desembarco. Está claro que para lanzar la romería es fundamental disponer de un cartel. Y el de este año ha sido encargado por el Concello de Catoira a una mujer que conoce bien la fiesta. Nuria Bouzas, que así se llama la elegida para abordar esta tarea, es una vecina de la localidad vikinga que durante toda su infancia y su juventud libre de responsabilidades vivió la fiesta desde las entrañas. Conoce bien todas sus aristas, sus secretos, sus anécdotas...

Cuando se enfrentó a ese vértigo creador que es la hoja en blanco, Nuria descubrió que saber tanto de la fiesta, llevarla a flor de piel, le proporcionaba un sinfín de elementos originales para poner en juego, pero que tenían que competir por el espacio con símbolos e imágenes poderosas, como el perfil de las Torres de Oeste, o de los drakkars. «Eses dous elementos están presentes no cartel, porque efectivamente son moi poderosos», explica la autora. En su diseño, dice, aparece también una vikinga, una figura ignorada durante mucho tiempo y que considera que ha llegado la hora de poner en primer plano, de reivindicar a esa mitad de la población que antes era invisible.

«Os carteis da Romaría teñen sido, historicamente, moi pouco variados. Eu arrisquei un pouco, a ver como resulta», dice esta doctora en Bellas Artes que reconoce que para ella supuso «moito orgullo» que le encargasen el diseño del cartel de la gran fiesta de su pueblo. A fin de cuentas, esa selección supone un reconocimiento implícito a su talento y a su trabajo, además de un impulso anímico para una mujer que se ha formado y se sigue formando: prepara oposiciones para ser profesora de lo suyo. Mientras, dice, aprovecha todas las oportunidades para hacer ilustración y trabaja en la panadería familiar.

«A docencia interésame moitísimo», explica. De hecho, además de ser doctorada en Bellas Artes, ha realizado varios másteres tanto en ilustración y animación audiovisual como en docencia. En el transcurso de este último tuvo ocasión de plasmar su pasión por la enseñanza en un trabajo, «O álbum e a novela gráfica como recurso didáctico para unha educación en igualdade na ensinanza das artes plásticas de Secundaria», que ha sido merecedor de un premio Sofía Novoa de la Diputación de Pontevedra.

En ese trabajo, Bouzas analiza las posibilidades que el lenguaje gráfico ofrece para abordar cuestiones como la igualdad o los estereotipos que la sociedad nos sigue imponiendo en función de nuestro sexo. «Penso que é unha ferramenta moi interesante á hora de abordar eses debates e de fomentar no alumnado o pensamento crítico», señala.

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