Siete clientas desfilaron como modelos para pulverizar tópicos y complejos en la pasarela de Sensualtissé
29 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Los cuerpos casi desnudos y sin complejos volvieron ayer a asomarse a la calle Ponte Dena de Meaño, al pie de la PO-550. Fue por obra y gracia de Sensualtissé, que lleva años sacando su lencería y corsetería de las perchas y las cajas para mostrarla en mujeres de carne y hueso, tal y como se viste en la vida real. Y la vida real poco tiene que ver con lo que se ve en las revistas y las pasarelas. Las hay con formas rotundas, michelines y celulitis, y así aparecen en los escaparates y los desfiles que monta Cristina Radío, la propietaria de una pequeña tienda de pueblo que ha logrado colarse en las páginas de los periódicos y los programas de televisión con su particular cruzada contra la gordofobia.
El de ayer fue su tercer escaparate en vivo y para ello contó con la colaboración de Merce, Noe, Jenny, Mónica, Belén, Isabel y María, todas ellas clientas, que decidieron convertirse en modelos durante un par de horas. Las cuatro primeras repetían y, caso de Merce, hace tiempo que dejaron atrás la vergüenza y el rubor por mostrarse en público tal y como son. Ayer lo hicieron con la última moda en bragas, sujetadores, camisones, pijamas y picardías ante el público que se concentró en la acera para ver a estos maniquíes tan especiales. Muchos fueron a propósito, otros pasaban por casualidad y les resultó imposible permanecer indiferentes ante la rompedora propuesta. No será la última. Cristina Radío promete nuevas entregas y sigue innovando. A los escaparates de invierno y los desfiles de la primavera se suma la «quedada de clientas» que organizó el pasado año y espera repetir en febrero o marzo. Es más que una cuestión de márketing, explica. La empresaria aspira a que las mujeres que acuden a su tienda se sientan en familia, creando lazos de confianza que allanan el camino a la hora de elegir un liguero, hacerse confidencias o irse de fiesta.
Sensualtissé está especializada en tallas grandes y presume de ofrecer una atención personalizada atendiendo a las necesidades y peculiaridades de cada mujer. El boca a boca, las redes sociales e iniciativas como la de este martes funcionan hasta el punto de que a Meaño acuden mujeres de toda Galicia en busca de ese sujetador que las hace sentir bien porque, según afirma Cris, el 95 % llevan una prenda equivocada.