Habrá otros bolos de más renombre, seguro, pero quien vio éste concierto no ha sido capaz de olvidarlo
29 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Mañana • 01 h • El Náutico • O Grove • 8 euros • Tuve en el 2011 la oportunidad de ver el concierto en el que Cápsula revisitaba por primera vez el mítico The rise and fall of Ziggy Stardust and the spiders from Mars de David Bowie. No sé a cuantas decenas de conciertos más habré acudido desde entonces. Pero puedo asegurar que aquel permanece amarrado a mi memoria como un náufrago a quien en ello le va la vida.
Vale que el disco en cuestión contiene, cuando menos, media docena de composiciones de esas que forman parte de la historia del rock. Pero lo que Cápsula hicieron con ellas agranda su leyenda.
Con una intensidad descomunal el trío afincado en Bilbao que lidera Martín Guevara consiguió no solo llevar a su terreno las sacrosantas composiciones de Bowie, sino hacerlas propias sin que para nada perdieran su esencia. Hasta el punto de que por momentos no era difícil olvidarse del sonido original para sucumbir a las ácidas descargas de los Cápsula.
Tal fue la repercusión que tuvieron aquellos conciertos que el grupo decidió registrar su tributo en un disco grabado en Estados Unidos bajo la producción de John Agnello.
Un disco que, por cierto, llegó hasta el propio David Bowie quien, tras escucharlo, dio su aprobación.
Era el testimonio definitivo. O eso parecía. La muerte del Duque el pasado mes de enero y una posterior llamada de Tony Visconti, productor del último disco de Bowie y del penúltimo de Cápsula, para invitarlos a un homenaje que se celebraría en Austin provocó que rescatasen el formato. Eso sí, solo para cuatro conciertos. El primero en Austin (Texas), el segundo en el festival de Benicàssim, el tercero, ayer, en Mundaka y el último de ellos, mañana, en El Náutico.