
Su dueña ignoró hasta en cuatro ocasiones la orden del Concello de O Grove y concluyó los trabajos
06 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La Audiencia de Pontevedra ha ratificado la condena que en su día se le impuso a la propietaria del hotel Terramar, en O Grove, por desobedecer de forma continuada las órdenes del Concello de paralizar las obras de ampliación que se estaban llevando a cabo en este establecimiento. El tribunal ratifica la condena, que asciende a un total de 2.700 euros. Contra esta decisión no se puede interponer recurso.
Hasta en cuatro ocasiones ignoró las advertencias del equipo de gobierno de O Grove la propietaria de este establecimiento hotelero. Fue en febrero del 2010 cuando la alcaldía decretó la suspensión inmediata de las obras de reforma de la cubierta. Dos días después, el Concello ordena precintar los trabajos. Decisión que vuelve a ordenar cuatro días más tarde. Pero ninguna de estas advertencias surtieron efecto y el gobierno local todavía tuvo que ordenar un tercer precinto de los trabajos. En un primer momento, los dueños del hotel hicieron caso a este cuarto requerimiento, pero posteriormente volvieron a retomar los trabajos, que quedaron rematados en agosto de ese mismo año. Ante esta situación, el juzgado entendió que existía un delito de desobediencia y por ello condenó a su propietaria a una multa de nueves meses con una cuota diaria de diez euros, lo que supone un total de 2.700 euros. La sentencia ha sido ahora ratificada por la Audiencia Provincial, que ha desechado todos los argumentos presentados por la defensa. Contra esta nueva decisión del tribunal no cabe, además, recurso.
El hotel Terramar se encuentra actualmente precintado por el Concello de O Grove. En abril de este mismo año, el equipo de gobierno ordenó el desalojo de un grupo de turistas que estaban en su interior, pues el establecimiento carece de los permisos necesarios. El Concello tiene también pendiente el derribo de la planta superior.