La fortuna distribuyó 132 décimos premiados entre O Grove, Cambados y Meis
23 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Corren malos tiempos para casi todo, aunque ya se sabe que los sinsabores lo son menos cuando el bolsillo está lleno. A menos que alguno de los afortunados haya amasado un buen lote de décimos, nadie en Arousa dejará de trabajar porque ayer le tocase un pellizco en la Lotería de Navidad, pero no es menos cierto que hacía años que la suerte no deparaba un guiño como este a la comarca. 6,4 millones de euros que se reparten entre el gordo, que cayó en O Grove, un cuarto premio muy repartido en Cambados, y un quinto, cuando el sorteo ya boqueaba, que fue a parar a Casa Samuel.
La verdad es que la fortuna se hizo esperar, prácticamente hasta las doce del mediodía. Entonces, en un suspiro, se desencadenaron esos 2,4 millones de euros que el 75981 deja en la villa del albariño y los cuatro millones del premio gordo que ayer se encarnó en el 72897 y tocó O Grove. En resumidas cuentas, un total de 132 décimos agraciados entre los diez que A Centola Dourada de Moreno colocó en la administración meca de la calle Luis Seoane, los 120 que se vendieron en el despacho de la plaza de abastos de Cambados y los dos del 19371 que la máquina del legendario establecimiento de Vilanoviña sirvió en Meis, redondeando la faena con doce mil euros, que todo o que vén na rede é peixe.
Es preciso remontarse 22 años en el tiempo, hasta el 22 de diciembre de 1998, para encontrar el último pellizco verdaderamente enjundioso que el sorteo navideño propinó a la orilla sur del mar de Arousa. Entonces, un número no precisamente estético, el 07308, descargó una tempestad de millones sobre la administración número 3 de Carril, desde donde la fortuna se extendió hacia el bar Alegría, en Rubiáns, la desaparecida taberna A Chabola, en A Illa, y el club de baloncesto y la asociación de madres y padres de alumnos del colegio Valle-Inclán de O Grove.
Entonces la marea fue bastante más consistente, 7.200 millones de pesetas que, al cambio, resultarían unos 43 millones de euros, pero el de ayer es un golpe de fortuna que llega en el momento indicado y, hasta donde se conoce, ha beneficiado a vecinos de sus respectivos pueblos, que en ocasiones han atravesado un año cargado de penurias.
Caída de un 35 % por el covid
Manuel y Efrén Rodríguez lo explicaron con claridad desde la administración meca: «Sen o turismo a venda de lotaría caeu nun 30 ou un 35 %, houbo moita devolución». Los números que solían volar a las poblaciones de origen de los visitantes estivales y de quienes se dejaban querer en octubre por la Festa do Marisco, o se han quedado aquí o han regresado a los almacenes de la Lotería Nacional sin ser vendidos.