O Grove en busca de la desestacionalización turística: «Hai vida máis alá do sur»

«Análisis y propuestas para el turismo en las Rías Baixas. Gastronomía y naturaleza en O Grove». Ese es el título de la tesis con la que el hostelero grovense Jorge Olleros ha logrado un sobresaliente en el doctorado interuniversitario en Turismo que vincula a doce universidades. Una de ellas es la de Santiago de Compostela, donde hace unas semanas el meco se convirtió en el primer alumno que defendió su trabajo en este ámbito. El resultado no podía ser mejor.

Quizá en ello tenga mucho que ver que Olleros sabe de lo que habla. No solo gestiona un hotel en San Vicente, sino que desempeñó el cargo de concejal de Turismo en el primer gobierno de José Cacabelos. El sumatorio de experiencias le ha permitido analizar el turismo en las Rías Baixas poniendo el foco en el lugar que mejor conoce, O Grove. La intención es «aportar propostas para desestacionalizar a tempada», una de esas quimeras que en Galicia se persiguen desde hace años. Tanto es así, que hay quien comienza a pensar que conseguir ese objetivo es inviable. Pero Olleros no es de esos: está convencido de que las rías, y O Grove en concreto, están llenos de posibilidades de crecimiento, de recursos «que son complementarios á oferta de sol e praia que parece que dá para cubrir o verán, e ás veces con incertidume». Su argumento es claro. «Hai vida máis alá do sur», sentencia antes de explicar que lugares como Irlanda, la Bretaña Francesa o el País Vasco tienen muy buenos datos turísticos y un clima similar al gallego. El estudio analizó esos casos de éxito e identificó algunos «atractivos turísticos» que se podrían adaptar en nuestro territorio. «Non se trata de copiar pero si de ver ideas e, sobre todo, de resaltar que ser do norte non é sinónimo de peor ocupación».

Para realizar la tesis, dirigida por el profesor Xosé Santos, Olleros realizó encuestas entre turistas, entrevistó a hosteleros y restauradores y analizó distintos programas y estrategias de desarrollo turístico desplegadas por las administraciones públicas. También repasó la historia del sector, identificando momentos en los que «axentes de emprendemento conseguir cambiar o devir económico da zona». Es obvio que en ese listado no puede faltar el fenómeno de A Toxa. Y en este punto recuerda Olleros unas palabras de Pardo Bazán: «No ha mucho, para La Toja había que emplear ferrocarril, coche, diligencia, lancha y espaldas de marineros, sin certidumbre de no recibir remojón. Ahora se llega a La Toja en automóvil, al pie del hotel mismo, por un magnífico puente. El progreso no es un mito, aun por estas regiones, asaz desheredadas en el particular».

A Toxa alumbró el turismo en Arousa y Pontevedra y otro evento, la Festa do Marisco, dio un nuevo revolcón al escenario, cambiando el paradigma del turismo de lujo, a un nuevo turismo más accesible. Y ahí sigue el certamen, lozano como el primer día. «A oficina de Turespaña de Lisboa dinos que A Festa do Marisco aparece nos primeiros postos das buscas dos internautas portugueses», señala.

Puestos a buscar elementos clave en la historia del turismo de O Grove, Olleros coloca sin dudarlo al restaurante Culler de Pau y, en general, la constelación de estrellas Michelin que hay en la zona. «E non é porque sexa o meu irmán», dice con cierto pudor el que también es hermano de Javier Olleros, cocinero con dos estrellas Michelin. «A ninguén lle acorda que hai quince anos existía unha certa reticencia a ese tipo de cociña. Mesmo había quen facía bromas». Ahora, sin embargo, el paradigma ha cambiado y todo el mundo asume que un restaurante como el de Olleros esté en un rincón de San Vicente y no en una gran metrópoli, igual que ahora todo el mundo asume que el visitante lo que quiere es vivir experiencias.

La gastronomía es un pilar importante del destino turístico que es O Grove. En esta localidad funcionan, en verano, un centenar de establecimientos de restauración. Algunos son, incluso «motivadores de visitas durante todo o ano». La mayor parte de los huéspedes de los hoteles mecos comen fuera, y las opciones preferidas son el restaurante, «seguido de tabernas e taperías». Esta es una diferencia importante «frente a destinos nos que prima o todo incluído ou os grupos organizados. No caso grovense a xeración de riqueza distribúese dun xeito mais amplo». «Segundo a clasificación dun foro como Trip Advisor, o público repártese a partes iguais entre os tres segmentos económicos; gama alta, media e económica. Tanto é así que no top ten de establecementos preferidos encontramos catro da gama mais económica. O Grove acolle a todos os tipos de clientes dende o Estrela Michelin ou unha marisquería a outro de cociña local ou orzamento mais axustado», explica Olleros.

La naturaleza y el paisaje son, en el caso de la península meca, «un produto fantástico», quizás «o de maior potencial». «O Grove dispón de elementos básicos dun destino destas características, conta con miradoiros, roteiros de sendeirismo, centros de interpretación e observatorios ornitolóxico. A súa contorna paisaxística hai que poñela en valor», dice Olleros.

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