Habilidad, ingenio y la colección inagotable de juegos populares de O Grove

Mónica Irago

Los juegos populares inundaron ayer la calle Jaime Solá, en O Grove, gracias a la iniciativa de la Asociación A Madama y la Mecotaberna Pataghillón. Un total de 32 piezas que exigen puntería, habilidad y paciencia hicieron las delicias, sobre todo, de los turistas recién llegados. Supervisando la actividad estaba, como no podría ser de otra manera, Cándido Mascato, el creador de esta colección, un apasionado de los viejos juegos que custodia ya la friolera de 582 piezas, con su correspondiente ficha de uso. La colección no deja de crecer puesto que en estos momentos tiene entre manos otra veintena más de pasatiempos a incorporar.

Lo de rescatar los juegos de la infancia es algo que siempre tuvo en la cabeza, pero no fue hasta el año 2010 cuando se puso manos a la obra. Dos años más tarde, y coincidiendo con la celebración del primer Campeonato Mundial de Chave, organizado por los hermanos Bastos, hizo realidad los primeros. La idea era rescatar, de entrada todo aquello con lo que se jugaba en la infancia, y extender esa búsqueda al resto de Galicia. La afición era tal que comenzó a hacerse con libros sobre el tema, ahora debe tener unos cincuenta y cuatro que reúnen juegos y relatan tradiciones. Más tarde, animado por sus hijas e Internet, esa fuente inagotable de recursos, hizo el resto, así que la colección es infinita.

De todos los continentes

Tiene juegos de todos los continentes, algunos hechos con piezas donadas o rescatados del olvido, otros fabricados ex profeso para llevar a cabo el pasatiempo, y algunos buscando los elementos que contribuyen a mejorar la dinámica del juego. Entre esos pasatiempos que enganchan, uno puede poner a prueba la pericia de sus muñecas para con mucha puntería colar una hélice de madera en su lugar correspondiente, «é algo ao que antes se xogaba na casa coas caixas de froita», aclara, o puede trabajar el equilibrio intentando llevar a su destino tres bolas de metal dentro de un laberinto circular que agarra con sus manos. Son algunos de los ejemplos que ayer estaban disponibles a pie de calle, y que suelen disfrutar durante el año escolares de toda Galicia. Los juegos populares de A Madama circulan, de manera altruista por los centros educativo de todo el territorio, y tienen un éxito abrumador. Empezaron a usarlos en el CEIP As Bizocas, y tanto se corrió la voz, que la demanda no deja de crecer. Algunos los piden ya para inaugurar el curso, y otros en momentos puntuales, como la celebración del magosto, «van e veñen, e fórmase unha especie de rede na que uns centros préstanllos a outros, e o último que os usa os trae de novo a O Grove», confiesa. Para ellos prepara colecciones de 25 juegos, pensados a las edades que van destinados, «aínda que moitas veces os xogos enganan, hainos que son para meniños de dous anos e atraen a atención dos adultos», explica.

Detrás no hay un beneficio, solo la satisfacción personal de que la gente los disfrute. El cariño por los juegos es tal, que desde hace años pertenecen al Concello do Grove, una decisión que Candi tomó en su momento para que si a él le pasaba algo, las piezas estuviesen a buen recaudo. Eso si, mediante el convenio con la administración local, tiene la guardia y custodia de los mismos.

El Concello de O Grove invierte en los juegos, y su asociación, A Madama, también, así que en verano salen de gira, sobre todo al norte de Galicia, para acudir a multitud de citas, y recuperar lo invertido en esta apuesta vital. Con la pasión de Candi, la cantidad de juegos continuará creciendo, no solo por ese afán por saber, sino por su inventiva, que muchas de las piezas son diseño personal.

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