Hoy se está procediendo al izado de los dos estructuras metálicas blancas que sustituyen a la antigua péndola; los trabajos fueron supervisados por la conselleira de Infraestruturas en funciones, Ethel Vázquez
21 feb 2024 . Actualizado a las 20:11 h.El puente de Pontearnelas reabrirá al tráfico en abril. Al menos esas son las previsiones que maneja la Consellería de Infraestruturas, cuya titular en funciones, Ethel Vázquez, visitó esta mañana el lugar para supervisar las obras. Lo hizo coincidiendo con el izado de las dos celosías metálicas blancas que conformarán la nueva imagen del puente y sustituyen la antigua péndola, una operación de ingeniería llamativa que fue aprovechada por la consellería para realizar el posado ante las cámaras.
El montaje de estas dos estructuras preparadas de 60 metros de longitud, 5 metros de alto y 95 toneladas comenzó esta mañana y la previsión es que se complete a lo largo del día de hoy o mañana como muy tarde. Para ello se están empleando dos grúas de 250 toneladas situadas a ambas márgenes del río y, una vez instaladas sobre los pilares, todavía quedarán por delante semanas de trabajo para soldar las vigas transversales, hormigonar, pavimentar la plataforma y pintar. Finalmente, se habilitarán las rampas de acceso de la pasarela peatonal del nivel inferior, dotándola de una barandilla y pavimento.
Si las condiciones meteorológicas no son adversas, en abril volverán a circular los vehículos y los peatones por el viaducto de Santa Marta, justo un año después de que hubiera que cerrarlo ante el riesgo de derrumbe del mismo y 17 años después de que se hubiera inaugurado. La corrosión de la péndola hacía peligrar la seguridad por este infraestructura y desde la Xunta decidieron clausurarla de inmediato y ponerse manos a la obra para afrontar su reparación. Finalmente se optó por derribar uno de los cinco vanos del puente, el central que ocupaba unos sesenta metros de carretera, y recurrir a una solución técnica que comportaba la eliminación de los arcos y los tirantes.
Ethel Vázquez destacó hoy en Pontearnelas la «dedicación e entrega» con la actuó el Gobierno gallego ante un problema generado por la falta de mantenimiento del viaducto cuando este todavía era de titularidad de la Diputación de Pontevedra. En este sentido, anunció el compromiso de la consellería para evitar que este tipo de situaciones se repitan mediante la implementación de un plan de conservación de carreteras autonómicas dotado con 50 millones de inversión.
La intervención en el puente de Santa Marta supuso una inversión de 5,3 millones de euros financiados por la Xunta y permitirá recobrar la normalidad vial en la PO-300 que comunica Ribadumia y Vilanova. El cierre del puente nuevo obligó a desviar el tráfico rodado por el antiguo de Os Padriños, con los inconvenientes que ello supone teniendo en cuenta que se trata de un tramo de vía muy estrecho por el que apenas pueden circular dos turismos en ambos sentidos y por el deterioro que implica el tráfico pesado por sus piedras centenarias.
Pese a todo, el viejo puente resiste y no hubo que lamentar incidencias relacionadas con la seguridad vial en estos meses, según afirma el alcalde de Ribadumia, David Castro, que esta mañana acompañó a la conselleira en funciones junto al diputado provincial y primer teniente de alcalde de Vilanova, Javier Tourís. La comitiva institucional se completaba con el director da Axencia Galega de Infraestruturas, el delegado territorial de la Xunta en Pontevedra y otros cargos políticos y técnicos que llenaron la orilla del Umia de chalecos reflectantes y cascos de obra.