Tinto de Barrantes: «It's only red wine, but I like it»

Serxio González Souto
serxio gonzález RIBADUMIA / LA VOZ

RIBADUMIA

Un millar de comensales, una carpa repleta día y noche, vinos premiados de Ribadumia y Vilalonga y una gran camiseta inspirada en los Rolling. La Festa do Tinto do Salnés no puede pedir más

02 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay muchas razones por las que el público respalda año tras año la Festa do Viño Tinto do Salnés, que Ribadumia y Barrantes celebran cuando el mes de mayo boquea. A algunos les gusta el vino que se extrae de la folla redonda, espeso, ácido y oscuro, lo más parecido a la sangre que puede verterse en una taza. A otros les van las verbenas y los conciertos. A las peñas les convencen estos tres días interminables de música, parranda y amistad. Pero, por encima de todo, está el espíritu mismo que anida en la fiesta, y bebe de las más profundas raíces de las romerías tradicionales. Por mucho que se vista de las más variadas actividades, esa esencia emerge por todas partes. Lo hizo ayer, desde luego, en el día grande del festejo que sitúa en el mundo a un vino híbrido, un tanto maldito, que pelea por su legalización. «Para nós é moi importante seguir traballando, sabendo que os viños híbridos xa se están comercializando noutras partes de Europa», señaló el alcalde, David Castro, tras la conclusión de las últimas catas, el nombramiento de nuevos valedores y el pregón que sirvió Virtudes La Repunante, una influencer distinta, estirada y muy del país, una argalleira con todas las letras que hizo reír al personal durante un buen rato.

Virtudes dejó algunas perlas para el recuerdo, como la forma en la que mostró su extrañeza por tanta celebración en A Coruña: «El Dépor subió a donde el Celta no quería bajar». O el pasmo que dijo sentir por la reconciliación entre Maite Zaldívar y Julián Muñoz: «Tiene que ser por la pensión», razonó, después de preguntar al respetable si había podido dejar el coche «entre la rotonda de Louzán y el puente que cayó» y hacer votos por que la ansiada regularización del tinto de Barrantes «llegue antes que el final de Luar».

Las mejores camisetas de las peñas merecen un tratamiento distinguido. El tercer premio se fue para O mellor de cada casa gracias a su lema: «Está rematando o mes de maio, bota tinto xa, carallo». Segundo puesto para O Santiaguiño, con «Iba po Tinto de Barrantes e paráronme antes». Y la más lograda de todas. La de la gente de Lucio, que remedó el legendario logotipo de los Rolling Stones, entre botellas y tazas, con el título de uno de sus himnos: «It's only red wine, but I like it». Non é rocanrol, é só viño tinto; o conto é que me gusta.

Martina Miser

El concurso de tapas y petiscos también tuvo un ganador, claro: la taberna A Pedreira. Y con su entrega quedó el balón botando en el área, esperando por su remate en la comida popular que se cocía a las puertas del pabellón de deportes. Antes de entrar en materia, no obstante, conviene recordar a quienes este año han sido investidos como valedores del tinto. Francisco Barral Muiños Outeiral, de Barrantes, conocido por todo el mundo como Pacucho y ligado a la fiesta desde los tiempos en los que las catas se hacían por las parroquias. Juan Rial Cores, de Sisán, un buen consumidor del legendario tinto y un mejor cultivador de su folla redonda. Olimpio Dafonte Fontán, de Portas, Tito para los amigos, defensor de la celebración desde hace largos años. Carlos Iglesias Cores, anterior alcalde de A Illa, vinculado desde bien joven a la fiesta y a sus vinos. Marina Porto Vázquez, de San Vicente de Meis, que defiende un estand en la carpa de Barrantes desde hace más de diez años. Por último, Francisco Martínez Castro, de Curro, catador y colaborador de la celebración desde sus inicios, hace ya 51 años.

Entonces sí, llegó el momento del banquete. La comida en sí constituye un pequeño prodigio. Las cosas van al grano, sin disfraces. Para abrir boca, empanada. El pulpo, del que se sirvieron tres y cuatro rondas, es sin duda el bocado preferido de los comensales que se dejan caer por el pabellón. Quien pudo, remató la faena con una carne ao caldeiro de libro. Para todo lo demás, fresas al tinto de Barrantes, café y caña. Hay que tener en cuenta que todo esto se le ofrece a un millar de personas, que ayer llenaban hasta la bandera el comedor improvisado en las instalaciones deportivas. En la mesa presidencial, además de la pregonera, el presidente de la Diputación de Pontevedra, Luis López, el presidente de la Autoridad Portuaria de Vilagarcía, José Manuel Cores Tourís, el alcalde de Ribadumia y presidente de la Mancomunidade do Salnés, David Castro, el delegado de la Xunta, Agustín Reguera, el presidente del consello regulador Rías Baixas, Isidoro Serantes, y varios regidores y concejales de toda la comarca, que culminaron el banquete con la entrega de premios a los seis mejores tintos do Salnés y a los seis primeros clasificados dentro de la categoría de variedades autóctonas.

No será en la edición del 2025, porque, como el viernes calculó Castro, habrá que aguardar entre dos y cuatro años para que la legalización sea una realidad. La fiesta, en pleno crecimiento, puede salirse entonces del mapa.

Martina Miser

VIÑOS GAÑADORES

Tinto do Salnés

  1.  Francisco Martínez Castro (Ribadumia)
  2.  Javier Jamardo Castro (Leiro)
  3.  Juan Luis Cores Fernández (Barrantes)
  4.  Luis Rodríguez Balsa (Barrantes)
  5.  Juan Rial Cores (Sisán)
  6.  Jaime Cancelo Baúlo (Barrantes)

Variedades autóctonas

  1. D'Arvelos (Vilalonga)
  2. Dolores Calo González (Vilariño)
  3. Carmelo Vieites Santos (Corbillón)
  4. Eugenio Núñez Otero (Vilariño)
  5. Carlos Núñez Otero (Vilariño)
  6. Lino Domínguez Torres (Leiro)