Lo que se da no se quita y otros refranes que apelan a Santa Rita

VILAGARCÍA DE AROUSA

La mártir de Casia protagoniza dichos sobre sus milagros y las cosechas
24 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.¿Quién de niño no se lo dijo alguna vez a algún hermano, un primo o un amigo que se había arrepentido de ser generoso y de haber compartido un juguete? «Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita». Esa es la respuesta más socorrida y no solo en la infancia, sino ante un exnovio despechado que reclama los regalos o los bienes compartidos en la relación o ante quien primero renunció a su trozo de tarta y luego lo reclama.
Pero la mayoría de quienes pronuncian ese dicho, que no está exento de un cierto deje de egoísmo, no saben de dónde viene la frase y qué relación tiene con la santa a la que estos días honra Vilagarcía. Pues bien; dice la leyenda que la pronunció por primera vez una mujer que intercedió ante la mártir de Casia para que le concediese un novio y que al final se quedó igualmente para vestir santos.
Ya se sabe que Margarita Lotti, que es como se llamaba realmente Santa Rita, fue una mujer que sufrió múltiples penurias, que tenía un marido maltratador que luego murió asesinado y que perdió a sus hijos por culpa de una enfermedad. Cuando se quedó sola ingresó en el convento agustino de Casia y, a partir de ahí, empezó a ser reconocida por sus milagros, entre los que destaca el de hacer florecer rosas en invierno.
Con fama ya de ser capaz de hacer posible lo imposible, la gente empezó a acudir al convento para pedir su intersección, y entre esas personas se encontraba una mujer poco agraciada físicamente que le pidió que le concediese un novio. Lo logró, pero no le duró más que un año, por lo que la despechada mujer volvió junto a la monja para decirle aquello de «Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita».
Pero no es la única expresión popular relacionada con la de Casia. Hay otra llamativa que dice así: «Después de ramera maldita, hábito de Santa Rita», y que hace referencia a quien, después de una vida libidinosa, optó por una vejez más recogida.
Otros refranes se refieren al calendario, las cosechas y la coincidencia de Santa Rita y Santa Quiteria -que se celebran el mismo día- con el mes de mayo y lo inoportunas que son las lluvias para el campo en esas fechas: «Agua por Santa Rita, todo lo quita»; «La helada de Santa Rita, todo lo quita»; «El agua de San Juan quita el vino y no da pan; la de Santa Rita, todo lo quita»; «Santa Rita lo quita y Santa Quiteria viene por lo que queda».
Hay, por último, otros refranes dedicados a Rita, pero que ya no se refieren a la santa, sino a una famosa cantaora de principios del siglo XX a la que sus envidiosas colegas no querían muy bien y por eso decían aquello de «Lo va a hacer Rita la Cantaora» o «¡Que madrugue Rita!».