Carsa se especializará en tres años en buses de media y larga distancia

VILAGARCÍA DE AROUSA

Vilagarcía protagoniza la estrategia de crecimiento en torno al modelo «Stellae»
14 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Con la salida a los peores momentos de la crisis a tiro, los responsables del grupo Castrosúa, propietario de la histórica carrocera arousana Carsa, desembarcaron ayer en Vilagarcía con un cometido y un mensaje. El primero consistía en la inauguración de la ampliación de sus instalaciones en Bamio, que ya está operativa. Un millón de euros invertidos que, explicó José Luis Castro, presidente de la compañía, han servido para «incorporar tecnología y maquinaria de última generación, con una nueva distribución y la instalación de puentes grúa». El segundo apunta al objetivo de este esfuerzo: si todo sigue como está previsto, en tres años la factoría vilagarciana se habrá especializado en la elaboración de carrocerías para autocares destinados a recorrer largas y medias distancias.
Se trata, añadió Castro, de la materialización de una estrategia que el grupo adoptó en el 2012, consistente en retomar su presencia en el sector del transporte interurbano. Este empeño se tradujo en la modernización de la factoría de Carsa en la capital arousana, a la que se ha asignado en exclusiva la ejecución de este nuevo cometido».
El modelo interurbano
La estrategia anunciada por Castrosúa tiene un nombre propio. El del modelo que se fabrica ya en Vilagarcía, denominado Stellae. Cuando finalice el año, apuntó el presidente de la compañía, se habrán elaborado ya medio centenar de unidades que, sumadas a la producción de las otras tres empresas que junto a Carsa conforman el grupo, aportarán una facturación conjunta de 37 millones de euros. Por lo que respecta a la planta de Bamio, su plantilla estable se ha fijado, tras varios expedientes de regulación y esfuerzos aún vigentes, como un recorte salarial del 12,5%, en 104 personas. El incremento de la demanda está tirando, no obstante, del empleo, de forma que en estos momentos una veintena de trabajadores eventuales refuerzan la mano de obra.
El Stellae, en palabras de José Luis Castro, «es ya una alternativa solvente que añade nuevos componentes para reducir peso, mejoran la resistencia estructural, la accesibilidad para el pasajero y la comodidad para el conductor». La nueva nave de fabricación, concluyó el responsable del grupo, permite, entre otras cuestiones, ganar cinco días en la elaboración de sus carrocerías.
El mercado internacional
Buena parte de las expectativas de crecimiento de Castrosúa se centran en el mercado internacional. Esta es una de las características que quiso destacar el conselleiro de Economía e Industria. Francisco Conde tiró de base de datos para recordar que el grupo construyó el año pasado 300 vehículos, un tercio de los cuales fueron colocados en Lituania. Los mercados iberoamericanos son otro de los objetivos, añadió el mandatario autonómico, a los que apunta la carrocera, «un símbolo do emprendemento galego que permite que Galicia sexa recoñecida no mundo».
Gracias a esta «nova páxina», así describió el conselleiro la ampliación estrenada oficialmente ayer, las instalaciones de Carsa en Bamio suman una superficie total de 26.400 metros cuadrados. De ellos, 9.700 corresponden a la nave principal, que la comitiva institucional visitó a fondo.
104
Plantilla Vilagarcía
Ahora se ve reforzada con una veintena de eventuales.
300
Buses en el 2014
Un tercio de ellos tuvieron como destino Lituania.
37 millones
Facturación
Prevista para este año al fabricar 315 autocares.
La fábrica que fundó José Castro y los trabajadores sostuvieron hasta su recuperación
Al margen de los datos sobre facturación, producción e inversiones, los discursos pronunciados ayer en Carsa giraron en torno a dos protagonistas. José Castro, el fundador del grupo -presente en el acto a sus 88 años- y la plantilla de la carrocerea, que asumió las riendas de la fábrica en el peor momento permitiendo, así, que Castrosúa se hicese cargo de ella de nuevo.
Castro creó la empresa a finales de los años 40 y, a mediados de la década de los 50, abría sus puertas su primera planta en Vilagarcía, en la zona de As Carolinas. Ya en 1975, un conglomerado de firmas entre las que se encontraba Castrosúa inauguraban las instalaciones de Bamio, de la que la carrocera compostelana acabó desvinculándose. Al papel del fundador se refireron tanto su hijo y sucesor al frente de la corporación, José Luis, como el conselleiro, que atribuyó a su «soño» y al «esforzo colectivo» la consecución de un símbolo de Galicia en el mundo.
A la plantilla agradeció su esfuerzo José Luis Castro. Y el alcalde, Alberto Varela, subrayó que hace veinte años los trabajadores apostaron por sostener la fábrica en sus manos hasta que en 1998 retornó al abrigo de Castrosúa: «Unha demostración do que é posible cando se suman os talentos laboral e empresarial».